Opinión

Se llama Toño Abad, es del PSOE y UGT y no se puede ser más miserable

Responde al nombre de Toño Abad, es socialista, alto cargo de UGT y encarna la ignominia de manera apoteósica. El susodicho ha lamentado que la Policía no cargara más fuerte contra los manifestantes que se dieron cita en las inmediaciones de la calle Ferraz el pasado lunes y ha comparado a los asistentes a la misma con «etarras en los peores momentos del País Vasco». «Poco les han dado, para lo que se merecen», dijo esta acémila metida a las labores de coordinador de acción LGTB. La comparación no es que sea odiosa, es que el odioso es él. Defiende la amnistía, aunque quiebre la igualdad de todos los españoles, pues ya se sabe que eso de la igualdad para el sindicato hermano del PSOE no es más que una palabra desprovista de sentido.

Dice Abad que «los peperos, voxeros y fachas que acosan las sedes del PSOE en distintos puntos de España se comportan como los etarras en los peores momentos en el País Vasco». O sea, que defender el marco constitucional en las calles es para este sindicalista igual que asesinar a un millar de personas. Y encima dice que la derecha está «hiperventilada y sobreactuada». Para hiperventilación, la tuya, criatura: comparar a personas mayores, familias y jóvenes estudiantes y trabajadores con una banda terrorista es una infamia que te retrata y revela tu catadura moral. A los manifestantes les ha llamado «pura chusma», que debe ser lo que le devuelve el espejo cuando se mira. Y añade: «Estoy disfrutando enormemente de las lágrimas de facha. ¿Seré mala persona?», escribió, aludiendo a las muchas personas que sufrieron en sus ojos los efectos de este gas lacrimógeno arrojado por la Policía. Lo de mala persona se responde solo. «Voté sí a la convivencia. Sí a la investidura de Pedro Sánchez, pero sobre todo sí a la amnistía», escribió en sus redes sociales. Pues si la convivencia que defiendes es esa, más motivos para echarse a la calle. Contra la amnistía y contra el miserable Toño Abad.