Opinión

La insensatez de Simón condena a muerte al sector turístico

Al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, le parece bien que naciones como Gran Bretaña o Bélgica recomienden a sus ciudadanos que no vengan a España, «porque es un riesgo que nos quitan» y «estas decisiones nos ayudan». Si se trataba de acabar definitivamente con las esperanzas del sector turístico, Simón lo ha conseguido. El mensaje que se lanza al exterior es que Londres y Bruselas han hecho lo correcto cuando han decretado medidas restrictivas al turismo de sus ciudadanos, de modo que, a partir de ahora, otras naciones podrán hacer lo mismo. Fernando Simón, mientras el Gobierno trataba a la desesperada de convencer al Reino Unido de que Canarias y Baleares quedarán fuera de sus medidas, daba la puntilla al sector con unas declaraciones que constituyen un acto doloso de irresponsabilidad.

2,8 millones de puestos de trabajo dependen del motor del turismo, que representa un 14,6% de nuestro PIB. Pues bien: sale en rueda de prensa un señor que presume de científico y que en su día negó la existencia misma de un riesgo de propagación masiva del coronavirus y, en lugar de defender la tesis de que hay comunidades con una tasa de contagios muy inferior a la del Reino Unido o Bélgica, defiende la postura británica y belga y se permite el lujo de asegurar que lo que han decidido «desincentiva» y «es un riesgo que nos quitan».

Fernando Simón, el riesgo eres tú, porque tus declaraciones van a arruinar definitivamente las expectativas de un sector que ha cumplido con las recomendaciones del Gobierno a rajatabla. Después de lo oído en rueda de prensa, a este Gobierno incompetente hasta la náusea habría que pedirle daños y perjuicios por contribuir a la ruina de España. Simón es un irresponsable que debería ser destituido de inmediato y Pedro Sánchez y su Ejecutivo socialcomunista son un peligro público.

Poco más cabe decir: estamos gobernados por ineptos que están condenado a España y a los españoles a un futuro cada vez más negro.