Opinión

Hila, Vivas y el camarote de los Hermanos Marx

Desde el primer momento en el que Sonia Vivas puso un pie en el Ayuntamiento de Palma no tuvo la menor intención de efectuar un servicio público. Utilizó el cargo para convertir Cort en su cortijo particular y no dudó en sobrepasar todos los límites de la sensatez porque se sabía blindada por un pacto que sólo tenía por objeto mantener al tripartito en sus sillones durante el tiempo que durara la legislatura. Ya, lo que pasara con la ciudad era lo de menos. Sonia Vivas ha sentado una cátedra sobre el mal uso de un cargo político municipal. Superarla será tan difícil como igualar los 14 Roland Garros de Rafa Nadal. 

Sin embargo la regidora podemita ha necesitado un cómplice que consintiera todos sus abusos. Sonia Vivas hubiera sido historia en cualquier Ayuntamiento dirigido por un alcalde con un mínimo de dignidad. Sin embargo en Palma se ha encontrado con un terreno abonado. Ha ido a dar con el peor alcalde de la historia de la ciudad. Hila se lo ha permitido todo a Vivas y sólo la ha destituido cuando se ha visto obligado a elegir entre ella y su otro socio de legislatura, Esquerra Republicana de Catalunya (perdón, Més per Mallorca), con la imputada Neus Truyol a la cabeza.

Hila se ha cargado a Atila, pero ha mantenido a Gengis Khan, por lo que el nivel de toxicidad sigue en unos niveles imposibles tolerar. Ha sido una decisión que le ha costado la mayoría, pero no tenía otra alternativa. Ahora seguirá gobernando, pero lo hará con todo el yugo de los independentistas y de lo que queda de Podemos sobre su cabeza.

Reformar la ley electoral con el objeto de que sujetos como Neus Truyol o Sonia Vivas no puedan acceder de ningún modo a un cargo público es imprescindible, pero por encima de todo no hay olvidar al máximo responsable, que no es otro que el PSOE. El PSOE ha elegido a sus socios tanto a nivel local como nacional y le ha dado igual meter en el gobierno a lo peor de lo peor, como también le ha dado absolutamente igual que una de sus regidoras utilizara durante tres años su cargo público con fines estrictamente personales. Por eso es imprescindible recordar y enfatizar las veces que sea necesario que si alguien como Sonia Vivas ha tenido poder ha sido únicamente porque así lo ha querido el PSOE.