Opinión

Fue hablar Sánchez en África y subir la inmigración ilegal

Aunque la palabra de Pedro Sánchez valga más bien poco, las mafias han aprovechado aquello que dijo el presidente del Gobierno de que habría un plan de empleo para 250.000 africanos y están haciendo negocio. El anuncio de Pedro Sánchez les sirve para captar a los indecisos que dudan si reservar una plaza en una patera para dar el salto a Canarias. Fue hablar Sánchez y frotarse la mafia las manos, porque lo primero que ha hecho es lanzar el bulo de que quienes alcancen las costas canarias antes del 31 de diciembre obtendrán uno de esos 250.000 puestos de empleo.

En realidad, Sánchez lo que dijo es que planeaba cubrir 250.000 empleos con migración regular para frenar la irregular. Esto es, formar a personas en los países de origen para que acudan a España a cubrir la mano de obra que precisan las empresas españolas. Entre que el presidente del Gobierno fue ambiguo y que las mafias están a la que salta, lo cierto  es que funcionarios policiales dedicados a la investigación de las redes de tráfico de personas han estado monitorizando las redes de algunos de los capos de las pateras en Senegal y Mauritania y han detectado que el anuncio del plan de Sánchez se ha convertido en un gancho para dinamizar la venta de plazas en sus embarcaciones de cara a este otoño.

Era evidente que esto iba a ser así, porque en materia de inmigración improvisar sobre la marcha es muy peligroso. Lo cierto es que el mensaje de las mafias  está calando en un momento en que España ha registrado este verano las mayores cifras de llegadas de pateras e inmigración ilegal conocidas hasta ahora. En total, desde que el Ministerio del Interior dio por iniciada la temporada de verano el pasado mes de junio hasta el día 31 de agosto, España ha recibido a un total de 12.627 inmigrantes ilegales llegados por mar. En 2023, con cifras no vistas hasta entonces, alcanzaron los 8.833. El número de pateras también se ha disparado y supera por primera vez el millar a estas alturas del año. Sánchez se fue a África a tratar de frenar la inmigración ilegal y ha conseguido todo lo contrario. Glorioso.