Opinión

La “excepción ibérica” de Sánchez era esto

Tenía razón Sánchez cuando para sacar pecho en Europa acuñó la expresión «excepción ibérica» en materia energética, porque lo vivido el lunes 28 de abril de 2025 en España y también en Portugal -un apagón total que se prolongó durante diez horas- es una auténtica «excepción ibérica» sin precedentes en la historia cuyas causas siguen sin estar claras por mucho que Sánchez haya hablado de una misteriosa desaparición de 15 gigavatios del sistema eléctrico que se evaporaron súbitamente sin que se sepa cómo.

Lo cierto es que lo ocurrido colapsó el país, paralizado durante buena parte del día en medio de un caos generalizado que tendrá gravísimas consecuencias en términos económicos y que, obviamente, convirtió la vida de millones de españoles en una odisea.

Las explicaciones del presidente no aclararon nada ni aportaron la otra luz que se fue junto a la luz eléctrica, porque las causas de lo ocurrido siguen envueltas en sombras. Un caos como el registrado en España merece una explicación profunda y, por supuesto, determinar sin rodeos qué pasó para que un país entero se quedara sin energía eléctrica, porque lo registrado es impropio de una nación desarrollada.

El desconcierto es generalizado y las dudas inmensas, porque Sánchez, en sus dos intervenciones, no despejó ninguna incógnita y se limitó a pedir prudencia y paciencia. La política energética del Gobierno, reacio a las nucleares, está en cuestión después de lo vivido. Si la excepción ibérica es que España se quede sin luz, habrá que convenir que esa excepción es de lo más inquietante. Porque si de nuestro sistema eléctrico pueden desaparecer en segundos los gigavatios equivalentes al 60% de la generación de energía es para echarse a temblar.