Opinión

Esa TV3 que no da los goles del Madrid y esconde la imputación de Gómez

  • Xavier Rius
  • Periodista y cofundador del diario E-notícies. He sido redactor en La Vanguardia y jefe de sección del diario El Mundo. Escribo sobre política catalana.

La noticia estrella del informativo mediodía de TV3 del pasado sábado eran las elecciones en la ANC. La Asamblea Nacional Catalana fue una de las entidades de la mal llamada sociedad civil que más empujó con el proceso.

Pero no deja de ser una entidad privada. Además, presumen de tener unos 100.000 socios. A la hora de la verdad votaron apenas 4.000. Con 4.000 votantes, por supuesto, no sacas ni un diputado por Barcelona.

En su estreno en el 2006, Ciudadanos entró con 90.000, mientras que Unió se quedó fuera en el 2015 con 103.000. Aliança Catalana, el partido de la alcaldesa de Ripoll, ha conseguido ahora dos escaños con 117.000. Con casi un 4%, le ha ido de pelos no conseguir dos más por Barcelona.

El domingo tuve otra sorpresa. Ya me perdonarán pero me perdí los goles del Madrid. De manera que pensé verlos en el informativo de la cadena catalana al día siguiente.

No los dieron. Los dos titulares de la sección de deportes fueron Marc Márquez en el GP de Italia y no sé qué del baloncesto y del balonmano. Soy incapaz de concretar.

Lo de del piloto de Cervera pasa porque era actualidad y quedó segundo. Pero no dieron nada del Madrid. Luego ya pasaron a la Patum de Berga, las fiestas de esta localidad.

Como me perdí el principio, pensé que igual lo habían dado al comienzo del informativo. Tampoco. Citaron la campaña para las europeas, un condenado por una secta, un asesinado en una plantación de marihuana, el aumento del turismo y los radares de tráfico en las rondas de Barcelona. La decimoquinta del Madrid no existía. Al menos en titulares.

Quizá estoy susceptible, pero este martes la decisión del juez de citar a declarar a la mujer del presidente del Gobierno ha sido al mediodía la segunda noticia del día por detrás de un tema sobre la protección digital de la infancia. Ni siquiera es exclusiva porque en La Vanguardia daban cuatro columnas. Luego no han mencionado el caso de Begoña Gómez hasta un cuarto de hora después del inicio del informativo.

Por eso, ¿qué hacer con TV3? Pues tiene difícil solución. Es verdad que le han cambiado el nombre. Lo habitual en estos casos. Ha quedado tan quemada con el proceso que ahora se llama 3Cat.

E incluso han variado los contenidos. En pleno apogeo del proceso, el sábado por la noche hacían un programa, FAQS, en el que hasta el público iba con lazos amarillos. El dirigente de Ciudadanos Jordi Cañas fue insultado un día por una invitada. Y en otra ocasión entrevistaron a un etarra con delitos de sangre, sin mostrar arrepentimiento, entre risitas de la presentadora.

Pero el star-system sigue siendo el mismo. El presentador estrella del telenoticias noche, Toni Cruanyes, tiene un libro -que yo he leído- en el que menciona al menos en seis ocasiones la expresión «presos políticos» para referirse a los condenados por el proceso.

Ramón Pellicer, el del informativo de fin de semana, le hizo una entrevista al entonces presidente de la Generalitat Artur Mas paseando por Palau durante la consulta del 9N. Algo inaudito tratándose de una jornada electoral y una televisión pública.

Mientras que Ricard Ustrell vio disparada su carrera profesional el día que, cuando estaba en Catalunya Ràdio, le hizo una broma en directo al ahora rey emérito. Hasta un hombre del tiempo, Tomàs Molina, ha fichado como candidato de ERC para las europeas. Ahora entiendo el mapa de los Països Catalans cuando dan la información meteorológica.

Por eso, no sé cuál es la solución. Lo ideal sería echarlos a todos -excepto a las kellys y los vigilantes privados de la puerta- y fichar a periodistas normales y corrientes que hagan su trabajo con neutralidad y profesionalidad. Pero como son más de mil parece difícil.

Otra opción es cerrarla, aunque también debe ser complicado porque se creó por ley en 1983 -fue de las primeras cosas que hizo Pujol tras la Ley de Normalización Lingüística- y debe precisarse una mayoría cualificada.

La tercera posibilidad sería privatizarla. A mí, la verdad, me da igual. Pero si quieren una tele indepe que se la paguen ellos. Que hagan como Netflix o cualquier otra plataforma que, para verla, hay que pagar. Al menos no la pagaríamos entre todos.