Opinión

Enaltecimiento del terrorismo: ¿Qué oculta el Gobierno?

¿Por qué el Gobierno se niega a facilitar al Consejo de Transparencia datos relativos a las medidas adoptadas para frenar el incremento de los actos de enaltecimiento del terrorismo en el País Vasco y Navarra? ¿Por qué se escuda en que la información no es preceptiva al estar en disposición de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno? ¿Por qué si no hay nada que ocultar se parapeta en alambicados resquicios legales? ¿Por qué algo tan sencillo como informar de qué se está haciendo para evitar las bochornosas escenas que se repiten un día sí y otro también se convierte para el Gobierno en materia reservada? ¿Por qué ese empeño, en definitiva, en ocultar algo que debería ser de dominio público?

La cerrazón del Ejecutivo no hace otra cosa que alimentar las sombras de sospecha sobre un pacto oculto con Bildu, formación que con su abstención ha permitido que la socialista María Chivite gobierne en la Comunidad Foral de Navarra. Si el Gobierno no tiene nada que ocultar, ¿por qué ha impuesto esta absurda ley del silencio? Haría bien en despejar cualquier duda al respecto y no empecinarse en argumentos que no resultan creíbles, porque las razones esgrimidas para no facilitar los datos requeridos por el Consejo de Transparencia suenan a pobre excusa. Cada día que pasa sin que el Gobierno ofrezca la información solicitada más grande se harán las dudas y más espesas las sombras de sospecha.

Resulta sencillamente inaudito que el Ejecutivo no colabore en el esclarecimiento de un asunto, el del incremento de los actos de exaltación terrorista, que en condiciones normales debería ser el primer interesado en trasladar a la sociedad española. Si no lo hace, las dudas que su actitud provoca seguirán aumentando. Y las sospechas de un pacto encubierto con Bildu se extenderán sin remedio hasta el punto de que la opinión publica dé por hecho que el Gobierno y la formación proetarra han negociado y llegado a un ominoso acuerdo. ¿Qué oculta Pedro Sánchez?