Opinión

El autócrata presiente su final

El astrólogo del Sunday Express, días antes de que los nazis invadiesen Polonia y estallara la Segunda Guerra Mundial predijo: “Insistiré una y otra vez en que el horóscopo de Hitler no es un horóscopo de guerra”. También hoy surgen falsos profetas – pagados – que juran que Sánchez ganará las próximas elecciones. La gente de la calle, al oír semejante desatino o imbecilidad, se parte de risa: “No se lo cree ni él”. El déspota huele a político muerto y sus embustes a estiércol.

Es imposible que gane las elecciones un canalla que vendió España a sectas independentistas y comunistas, que ninguneó al Rey, desprestigió las instituciones y arruinó la economía de las familias españolas hasta más no poder. ¿Así va a ganar las elecciones de 2023? Le queda un año para hacer todo lo que está prohibido, que es su manera de gobernar.

¡Cómo ha cambiado aquel PSOE de 1982! Felipe González, con traje de pana, demostró ser un político inmenso capaz de persuadir a una nación entera, liderando la primera mayoría absoluta de la democracia (202 diputados). 40 años después, Pedro Sánchez, maniquí inhábil con frac de alquiler e ínfulas de Emperador, a quien la ciudanía odia y abuchea, pretende instalarse en La Moncloa (con 120 diputados) por los siglos de los siglos. Tras diluir aquel PSOE en su sueño mesiánico, este sociópata merece -valga la sorna- el Nobel de Química por haber transformado un partido histórico en un refugio de mercaderes y bandoleros.

Abascal dio en el clavo al tildar de autócrata a Sánchez en el Congreso (marzo, 2022). Pero el muy ladino, exigió que se retirara el ¿insulto? del diario de sesiones cuando sólo era un diagnóstico, ya que el sanchismo reúne las 5 características de cualquier régimen autocrático. A saber: 1- La ausencia del Imperio de la Ley. 2- La erosión de la separación de poderes. 3- El debilitamiento de la sociedad civil. 4- La construcción de una mafia a la medida del autócrata. Y 5- El uso de las instituciones para mantener el poder y el hostigamiento a la oposición. Como el autócrata presiente su final, se larga de vacaciones para airear pesares, no sin antes brindarnos otra de sus apoteósicas mentiras: “La ley en España se cumple”. Sí, sobre todo él, un liante que no cumple con nada ni nadie.

Estoy seguro de que El Cazador de Zombies, tuitero genial, va a chotearse de Sánchez por no haber invitado al palacete Real de La Mareta a sus aterradores socios podemitas, que promulgan leyes sectarias, inútiles y antieconómicas, incluso durante el estío. Echaremos de menos el vibrante glamour de Irene, Ione y Echenique donde rompen las olas en Lanzarote. Porque sin ellos, no hay paraíso social-comunista.