Opinión

Para apagar un incendio es clave saber catalán

La información de que el Gobierno de coalición de PP y Vox en el Consell de Mallorca ha excluido a siete de los 11 aspirantes a trabajar como bombero por suspender el examen de catalán se presta a la chanza, aunque se trata de un asunto de la máxima gravedad. Imaginen un edificio en llamas y el responsable máximo de Bomberos pidiendo con urgencia efectivos: se presentan una decena de voluntarios y, mientras el fuego se extiende sin remedio, la mayoría de bomberos, tras varios minutos de estériles discusiones, son apartados del lugar del siniestro no por falta de experiencia, sino porque no saben catalán. El edificio queda convertido en cenizas y alguien, ante la evidente pasividad, pregunta: «Pero, ¿por qué no habéis apagado el fuego?». Y el responsable del operativo, dando un paso al frente, responde: «Porque sin saber catalán es imposible».

Esto es, más o menos, lo que ocurre en el Servicio de Bomberos del Consell de Mallorca: un disparate que tiene ver con el hecho evidente de que el sentido común ha sucumbido a la dictadura del catalán y de que las promesas de acabar con el infame proyecto lingüístico de la izquierda separatista en las islas se ha quedado en nada. Cabe recordar que PP y Vox firmaron hace un año un acuerdo en el que se estipulaba que el desconocimiento del catalán no penalizaría en el acceso a la Función Pública, pero ese acuerdo debe de ser papel mojado, porque la convocatoria de promoción interna del área operativa del Servicio de Bomberos del Consell de Mallorca exigía como requisito tener el nivel B2 de catalán, otorgado en Baleares a los alumnos que logran el título de Bachillerato.

O sea, que para las mentes preclaras del Consell de Mallorca para apagar un incendio es indispensable saber catalán, se conoce que por la alta capacidad ignífuga de dicha lengua.  En las bases de la convocatoria se advertía a los aspirantes de que, en caso de que el opositor declarase que no está en posesión de esa titulación, tendría que realizar y superar con la calificación de apto un ejercicio sobre conocimiento de la lengua catalana correspondiente a ese nivel de dominio hablado y escrito. Lo dicho: «Pero, ¿por qué no habéis apagado el fuego?». «Porque sin saber catalán es imposible»