El Museo de las Ilusiones: engaños ópticos que desafían al cerebro

• Sandra Quintana C
• • 07/12/2025 17:00
  • Actualizado: 07/12/2025 17:00

Entre Lavapiés y la Puerta del Sol, en una zona donde conviven historia, tránsito y un incesante murmullo urbano, se esconde un museo poco convencional que se ha ganado un hueco entre los planes preferidos de quienes buscan experiencias distintas sin salir del centro de Madrid. El Museo de las Ilusiones, presente en más de dieciocho países, es uno de esos lugares que no se explican del todo bien con palabras: hay que atravesar su puerta para comprender por qué la gente sale con una mezcla de risa, desconcierto y la sensación ligera de haber asistido a un truco bien ejecutado.

El espacio madrileño, que forma parte de la red internacional, fue concebido para entretener a públicos de todas las edades. No es un museo en el sentido tradicional, donde las piezas ocupan vitrinas y se miran en silencio; aquí, el visitante se convierte en parte del experimento. Lo que se propone, en realidad, es un recorrido por varias estancias donde la percepción se pone a prueba continuamente. La vista se vuelve sospechosa, las proporciones dejan de tener sentido y cada paso revela que lo que parecía firme no lo es tanto.

Un conjunto de salas donde nada funciona como debería

El itinerario se articula en distintos cuartos, cada uno con su propia lógica —o, mejor dicho, con su propia manera de romperla—. El Cuarto de Ames es uno de los más comentados: el visitante entra en una habitación que parece normal, pero en la que el tamaño de los objetos y las personas cambia en función del punto donde se coloquen. Lo que el ojo interpreta como un espacio recto es, en realidad, una construcción deformada que engaña sin esfuerzo.

Otro tramo conduce al Cuarto Inclinado, donde el cuerpo se ve obligado a reajustar su equilibrio. En el Cuarto Infinito, el juego se consigue gracias al uso inteligente de los espejos que hay, ya que multiplican el espacio hasta transformarlo en un paisaje infinito. El Cuarto Invertido invierte la lógica de la gravedad y convierte un gesto cotidiano en una escena imposible. Puede que sea el más desconcertante para quienes se marean con facilidad, el Túnel del Vórtice: un pasillo donde las paredes se giran y el suelo parece que se mueve, aunque en realidad, evidentemente permanece quieto.

Ciencia, aprendizaje y percepción a través del juego

A través de hologramas, pequeñas pruebas interactivas y trucos ópticos, se explica por qué el cerebro interpreta líneas rectas donde no las hay, completa imágenes incompletas, o se deja engañar por contrastes que parecen evidentes.

Los nuevos efectos y espacios han ampliado la experiencia

Desde el pasado mes de octubre de 2023, el Museo de las Ilusiones ha incorporado varias salas nuevas así como recursos para renovar el recorrido. Entre ellas, destaca la Sala de la Simetría, donde solo se ve la mitad del espacio aunque la mente interprete una escena completa sin fisuras. De ahí se pasa a Abre tu mente, un juego tipográfico que demuestra hasta qué punto la simetría puede convertir una palabra incompleta en un mensaje inteligible. También se ha añadido una instalación dedicada al Efecto Moiré, ese fenómeno visual que aparece cuando dos tramas se superponen creando patrones inesperados.

Estas novedades han permitido que quienes ya conocían el museo puedan regresar sin sentir que repiten experiencia, y que los visitantes primerizos encuentren un recorrido más variado y elaborado.

Una tienda orientada al juego y la lógica

La visita termina —o empieza, si se prefiere— en la tienda del museo, donde se ofrecen más de 80 juegos relacionados con el ingenio y la lógica: puzzles de madera, rompecabezas, construcciones articuladas, pequeños desafíos matemáticos y souvenirs inspirados en las ilusiones ópticas. No es un mero espacio comercial; muchos visitantes se detienen allí para seguir jugando mientras comentan lo que acaban de vivir.

Horarios, acceso y precios

El museo mantiene un horario amplio para adaptarse al ritmo del centro de Madrid. Abre de lunes a jueves entre las 11:00 y las 21:00; los viernes alarga la jornada hasta las 22:00; los sábados comienza a las 9:30 y finaliza a las 22:30; y los domingos mantiene el mismo inicio temprano pero cierra a las 21:00. La última admisión se realiza una hora antes del cierre, y la compra de entradas se gestiona de manera online, mediante cita previa.

El precio general para adultos —entre 13 y 64 años— parte de los 15 euros. La entrada infantil, dirigida a niños de 4 a 12 años, comienza en 11 euros. Existen tarifas reducidas desde 12 euros para estudiantes, mayores de 65, desempleados, personas con necesidades especiales, profesores y otros colectivos. Las familias pueden optar por un pase conjunto desde 48 euros que incluye a dos adultos y dos menores. Los niños de hasta tres años entran de forma gratuita.