Accidentes de aves en la eólica

Transición Ecológica estudia eliminar los aerogeneradores que causen tres o más colisiones con aves

Un borrador de Real Decreto desvela las medidas para proteger a la fauna de aerogeneradores y redes eléctricas

El decreto también prevé obligar a que los titulares de las líneas eléctricas de alta tensión que deben de proveerse de salvapájaros

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha tildado este proyecto como "una normativa que pone en riesgo el avance renovable"

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) está contemplando en un borrador de Real Decreto el parar definitivamente y desmantelar a la mayor brevedad posible aquellos aerogeneradores que registren tres o más colisiones.

Entre los parámetros que se están valorando en el borrador de Real Decreto se baraja la idea de borrar del mapa aquellas infraestructuras eólicas que en cinco años hayan causado tres o más colisiones de aves o murciélagos incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) en peligro de extinción o vulnerables.

Se trata del proyecto de Real Decreto por el que se establecen medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión y para la prevención de la mortalidad en aerogeneradores, que ha sacado a consulta pública el pasado mes de marzo.

También con murciélagos

El texto incluye la posibilidad de volver a ponerlos en marchar sólo si se autoriza la continuidad de su funcionamiento «de forma excepcional y expresa» en unas nuevas condiciones en que no resulten posibles nuevos accidentes.

La propuesta de normativa detalla que, de manera general, el promotor de un aerogenerador lo parará de manera cautelar en el caso de que se determine que el aparato provoca muerte por colisión de aves o murciélagos incluidos en el LESPRE vulnerables o en peligro de extinción. Además, notificará el hecho al órgano sustantivo y al órgano autonómico competente en materia de biodiversidad.

Umbrales de mortalidad

Si no consta ninguna colisión del mismo aerogenerador con la misma especie amenazada en los cinco años anteriores o si consta otra con la misma especie amenazada, se activa un procedimiento.

En este protocolo, el promotor analizará las causas, revisar el riesgo de colisión y a proponer a ambos órganos un conjunto de medidas mitigadoras adicionales al diseño o funcionamiento del aerogenerador y de medidas compensatorias por la pérdida causada a la población de la especie amenazada.

Sólo después de haber hecho esto, y de haber aplicado las medidas que se le comuniquen, podrá reiniciar el funcionamiento del aerogenerador.

Aerogeneradores peligrosos

En el caso de tratarse de especies del LESPRE no amenazadas, el procedimiento es algo más flexible: el promotor realizará el seguimiento de manera anual, revisando cada año las causas de las muertes, proponiendo medidas e implementando las que se le propongan.

Si algún año algún aerogenerador supera alguno de los umbrales de mortalidad estimadas, que varían según el grupo de ave afectado, pero que parte de un mínimo de tres colisiones al año de rapaces diurnas y nocturnas, se le considerará peligroso.

El aparato tendrá que ser detenido de manera cautelar, mientras que el promotor realiza un estudio pormenorizado y se proponen medidas. Sólo se podrá reiniciar su funcionamiento cuando lo autorice expresamente el órgano sustantivo y en las nuevas condiciones que se determinen a propuesta del órgano autonómico competente en biodiversidad.

Seguimientos anuales

Durante los siguientes cinco años, el promotor intensificará el seguimiento de estos aerogeneradores peligrosos. Si alguno de esos años vuelve a superar alguno de los umbrales de mortandad, el promotor lo notificará y procederá a la parada definitiva y al desmantelamiento del aerogenerador, salvo que se le permita continuar de manera expresa.

De aprobarse el proyecto de Real Decreto, el régimen sancionador para los incumplidores será el previsto en la Ley de Industria, y, si procede, la del sector eléctrico, así como en la normativa medioambiental que, en su caso, resulte de aplicación.

Salvapájaros cada 10 metros

El decreto también prevé obligar a que los titulares de las líneas eléctricas de alta tensión con conductores desnudos deberán de proveerse de salvapájaros o señalizadores visuales cuando un agente de la autoridad constate algún suceso de colisión previa de aves.

Los tendrán que colocar en los cables de tierra o, en el caso de no existir, sobre conductores que su diámetro sea inferior a 20 milímetros (mm). En concreto, estarán dispuestos cada diez metros (si el cable de tierra es único) o de forma alterna cada 20 metros (si son dos cables de tierra paralelos o, en su caso, en los conductores).

Igualmente, recoge varias especificaciones técnicas de cara a prevenir la electrocución de estas especies. Por ejemplo, la prohibición de la utilización de aisladores rígidos en los apoyos de alineación y la obligación de disponer de cadenas de aisladores suspendidos en este tipo de apoyos.

Prohibición de trabajos de mantenimiento

Asimismo, prohíbe los trabajos de mantenimiento de las partes de las líneas eléctricas que soporten nidos o que en sus proximidades nidifiquen aves incluidas en el LESPRE mientras se desarrolle la época de nidificación, reproducción y crianza y excepto que se trate de corregir averías que perturben el normal suministro de energía.

De cara al futuro, indica que los proyectos de construcción, de modificación, ampliación o de adaptación de las líneas eléctricas con conductores desnudos y parques eólicos deberán especificar y describir las medidas concretas tendentes a prevenir los accidentes de electrocución y colisión de la avifauna.

En lo que se refiere a los parques eólicos que se autoricen con posterioridad a la entrada en vigor del proyecto, recoge que tendrán que tener sistemas de parada de aerogeneradores frente a situaciones de riesgo de colisión de aves, ya sea con un sistema automático o mediante observadores in situ.

Reducir la mortalidad de los murciélagos

Además, deberán poner en marcha paradas pautadas específicas para reducir la mortalidad de murciélagos en las que se evite la rotación de las aspas de los aerogeneradores por debajo de velocidades inferiores o iguales a seis metros por segundo a la altura de buje en las noches de los meses de julio a octubre en las que las condiciones meteorológicas permitan el vuelo de quirópteros.

El texto marca que todos los parques eólicos tendrán llevar a cabo un seguimiento de la mortalidad de animales silvestres por colisión y barotrauma y comunicar todos los incidentes a la autoridad competente. Para «recopilar y armonizar» la información, Transición Ecológica elaborará el Sistema de Seguimiento de la Mortalidad en Parques Eólicos en colaboración con las comunidades autónomas.

Riesgo para el avance renovable

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha tildado este proyecto como «una normativa que pone en riesgo el avance renovable». A su juicio, «a día de hoy, no existe una situación que justifique una normativa tan restrictiva», ya que «las principales especies protegidas muestran una evolución favorable según los estudios de referencia como el Libro Rojo de las Aves» (de SEO/BirdLife, cuya última edición es de 2021).

La organización denuncia que la propuesta legislativa plantea una serie de medidas que penalizan «de forma injustificada» tanto a los parques existentes como a los futuros. Por ejemplo, critica que la obligación de parada automática de los aerogeneradores ante el paso de cualquier ave, esté protegida o no, incluida en el LESPRE, ignora los estudios de impacto previamente realizados y genera una «enorme» incertidumbre técnica y financiera.

Peligro para las inversiones en nuevos proyectos

«Si no se puede prever cuántas horas funcionará un parque, es imposible garantizar su viabilidad económica, tanto de los existentes como de los futuros, por lo que se pone en peligro las inversiones en nuevos proyectos y el cumplimiento de los objetivos Españoles de renovables y cambio climático para 2030», advierte.

Así mismo, también critica que el Ministerio plantee la posibilidad de «desmantelar un parque eólico» si en cinco años se registran más de tres colisiones anuales.

De este modo, reclama una «solución equilibrada» y proponen la creación de una mesa de trabajo en la que estén presentes todos los actores con intereses «legítimos»: la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo de las energías renovables.