Percepción de la COP30

Sólo dos de cada diez españoles creen que la COP30 tendrá efectos reales en el cambio climático

El 63% de la población española cree que la COP30 es una reunión simbólica sin apenas cambios efectivos en el medioambiente

España se sitúa en el tercer puesto europeo por detrás de Francia e Italia

Los políticos se perciben como el mayor obstáculo para cumplir los objetivos climáticos por su falta de compromiso real

  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Tan sólo dos de cada diez españoles creen que la COP30 tendrá efectos reales en el cambio climático según una encuesta a nivel global que ha pulsado la opinión y el conocimiento de esta cita que pretende revertir los efectos del calentamiento planetario.

El año 2024 fue el más cálido desde que hay registros, y el primero en superar el crecimiento de 1,5 °C de media anual, con océanos y nivel del mar en máximos y un salto récord del CO₂. La ciencia es tajante: para mantener el incremento de 1,5 °C, el mundo debe recortar las emisiones un 42% antes de 2030.

En este contexto se celebra estos días la COP30 en Belém (Brasil) donde cientos de líderes de diferentes países se reunirán con el objetivo de analizar las medidas más adecuadas para combatir el cambio climático. Con este motivo, Ipsos analiza el interés social por la crisis climática y la percepción sobre esta cumbre y su impacto real en las medidas contra el cambio climático.

Desconfianza en los líderes

Una de las principales conclusiones de este estudio, realizado en 30 países, es que la población desconfía de la efectividad de esta reunión de líderes, con un 34%, de media global, que cree que no se tomarán medidas reales, mientras que el 49%, de media, opina que es una reunión de líderes con carácter simbólico.

En España, la población es más escéptica, y sólo 2 de cada 10 anticipan medidas efectivas, mientras que el 63% la etiqueta como simbólica, situándose, así como el tercer país europeo con mayor escepticismo, por detrás de Francia (73%) e Italia (64%).

Baby boomers: los más escépticos

Por generaciones, destacan los baby boomers como los más escépticos respecto a la efectividad de la COP30 (72%), mientras que la generación Z es la que más optimista se muestra respecto a su impacto (37%), aunque también son más los que la perciben como simbólica 43%

En cuanto a las prioridades en la lucha contra el cambio climático, los resultados dibujan a una ciudadanía que pone el foco en la responsabilidad del sector privado.

El papel de las empresas

Para dos de cada tres españoles (66%), la urgencia pasa porque las empresas dejen de anteponer el beneficio económico al cuidado del medioambiente y alineen sus decisiones con objetivos climáticos medibles.

En coherencia con esa demanda, el 65% apoya que compañías e industrias destinen parte de sus beneficios a financiar medidas contra el cambio climático. Además, el 56% considera que las personas con mayor patrimonio deberían asumir la mayor parte del coste, introduciendo un criterio de equidad en el reparto del esfuerzo.

Apoyar a los más afectados

Así mismo, más de la mitad de la población española (52%) opina que los países más desarrollados deben aportar soluciones financieras a los más afectados por los desastres climáticos, reforzando la idea de corresponsabilidad global.

Por último, un 33% de la gente en España percibe que la expansión de la industria agrícola es incompatible con la protección del Amazonas, una tensión que, a su juicio, exige políticas más estrictas de conservación y trazabilidad.

Falta de implicación de los políticos

En esta COP30, para el 40% de la población española el éxito pasaría por un acuerdo que blinde la protección y reforestación de los bosques y que, además, acelere la transición hacia una economía sostenible. En esa línea, tres de cada diez españoles apuntan que no basta con detener la deforestación: también es necesario compensar y restaurar el daño ya causado.

Sin embargo, el avance en esta lucha no está exento de obstáculos. Para el 43% de la población española, la principal barrera es la falta de implicación de los líderes políticos, una tendencia que también sigue la media internacional que apunta a este motivo como el principal reto (42%).

Dependencia de los fósiles

Le sigue el desafío ante la presión de sectores que priorizan el beneficio económico (35%). Entre los frenos estructurales, tres de cada diez españoles señalan que el clima no es una prioridad en la agenda (29%), junto con la falta de financiación (27%) y la escasa aplicación de las normas contra la deforestación y la contaminación (26%).

Casi una cuarta parte identifica la dependencia de los combustibles fósiles como el mayor impedimento (24%). En un segundo plano aparecen la falta de tecnología adecuada (17%) y la presión del sector agrícola contrario a las restricciones ambientales (15%)

Grado de conocimiento de la COP30

El conocimiento de la cumbre es limitado, solo el 12% de media sabe que se celebrará en Belém (Brasil), porcentaje que en España baja al 6%. Al preguntar por su objetivo, llama la atención como la mayoría de la población española (54%) desconoce que es una negociación entre países para acordar acciones contra el cambio climático.

Un 37% declara conocer el cambio climático, una cifra inferior a la media global (44%) Aun así, un 38% de españoles declara que celebrar la COP30 en Brasil aumentará sus opciones de éxito y un 48% la percibe como una oportunidad para que Brasil muestre liderazgo en sostenibilidad.

Un estudio en 30 países

Estos son los resultados de una encuesta en 30 países realizada por Ipsos en su plataforma online Global Advisor y, en India, en su plataforma IndiaBus, entre el viernes 20 de junio y el viernes 4 de julio de 2025.

Para esta encuesta, Ipsos entrevistó a un total de 23.700 adultos: de 18 años o más en India; de 18 a 74 años en Canadá, República de Irlanda, Israel, Malasia, Sudáfrica, Turquía y Estados Unidos; de 20 a 74 en Tailandia; de 21 a 74 en Indonesia y Singapur; y de 16 a 74 en el resto de países.