TRIBUNA DE OPINIÓN

Repensar la movilidad: aparcamientos subterráneos, piezas clave de la ciudad del presente (y del futuro)

Juan Manuel Mogarra, CEO de iPark Estacionamientos

En esta Semana Europea de las Ciudades muchos son los foros en los que se están tratando los desafíos actuales relacionados con el cambio climático, la congestión urbana y la calidad del aire.

Hablar en estos momentos de movilidad urbana sin utilizar el adjetivo «sostenible» resulta cada vez más complicado. Un concepto que no sólo se centra en el uso de energías limpias, sino que abarca un enfoque integral hacia un sistema de transporte más eficiente, accesible y respetuoso con el medioambiente.

¿Qué es la movilidad sostenible?

La movilidad sostenible se refiere a la adopción de prácticas y tecnologías que buscan reducir el impacto ambiental del transporte. Esto implica un cambio hacia modos de transporte que utilicen energías renovables, como los vehículos eléctricos, el transporte público eficiente y las opciones no motorizadas, como caminar o desplazarse en bicicleta.

Este enfoque no sólo se limita a mitigar la contaminación atmosférica, sino que también aborda otros problemas derivados de los sistemas de transporte tradicionales, como el ruido, la congestión vial y la dependencia de combustibles fósiles.

La movilidad sostenible busca que las personas puedan desplazarse de manera eficiente y equitativa, sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras.

Aparcamientos subterráneos: agentes clave en las ciudades del futuro

En este sentido, podemos preguntarnos si infraestructuras como los aparcamientos subterráneos tienen sentido en esta movilidad sostenible en las ciudades del presente y el futuro.

Debo reconocer mi falta de imparcialidad a este respecto, pues mi trabajo en iPark Estacionamientos y Servicios de Movilidad S.A., consiste principalmente en la identificación, definición, construcción y gestión de aparcamientos subterráneos o en altura.

Y aunque se trata de mi profesión, no por ello puedo evitar ser un claro convencido de que los aparcamientos subterráneos desempeñan un papel clave en la movilidad sostenible por muchos motivos.

Cierto es que no debo ser el único en pensar así, pues el 62% de los españoles considera el coche particular como un elemento clave en sus desplazamientos.

Transición ecológica

Estas infraestructuras se integran perfectamente dentro de los planes urbanos que promueven el uso eficiente del espacio, la reducción de la congestión vehicular y la transición hacia modos de transporte más ecológicos.

Por nombrar algunos de sus beneficios y repercusión en las ciudades, los aparcamientos subterráneos permiten la optimización del espacio urbano, entendiendo como el uso de infraestructuras subterráneas para aparcar vehículos permite liberar valiosos espacios en la vía pública que pueden ser utilizados para otros fines, como parques, ciclovías, zonas peatonales o infraestructura de transporte público.

Urbanismo para el bienestar

De esta manera, las ciudades pueden destinar más áreas al disfrute del ciudadano, reduciendo la densidad de vehículos en la vía pública y promoviendo un urbanismo más orientado hacia el bienestar de las personas.

Además, la construcción de aparcamientos subterráneos en puntos estratégicos de las urbes, lo que viene llamándose aparcamientos disuasorios, como cerca de estaciones de transporte público o en zonas periféricas, ayuda a descongestionar el centro urbano.

Este tipo de aparcamientos fomenta el uso de otras alternativas sostenibles, como dejar el vehículo en estos aparcamientos y continuar el trayecto en transporte público, bicicleta o a pie, reduciendo así la necesidad de circular en automóvil dentro de áreas densamente pobladas.

Impulsando ciudades más limpias

Durante esta semana, un tema especialmente relevante es la movilidad eléctrica. Los aparcamientos subterráneos también juegan un papel crucial en el impulso de este movimiento, teniendo un enorme potencial para ser equipados con puntos de recarga para vehículos eléctricos (VE).

Cuantos más puntos de recarga estén disponibles, más fácil será fomentar el uso de vehículos eléctricos entre los ciudadanos.

A medida que el número de estos vehículos crece en nuestras ciudades, es esencial contar con una red de recarga accesible, eficiente y bien distribuida.

Actualmente, los aparcamientos subterráneos están desempeñando un rol clave en este proceso, sirviendo como centros neurálgicos para la transición hacia una movilidad más limpia y sostenible, alineada con los objetivos medioambientales europeos de reducir la contaminación urbana y el impacto ambiental.

Reducción de la contaminación

Otro punto destacable de estas construcciones es su contribución en cuanto a la contaminación visual y acústica. Al «esconder» los vehículos en aparcamientos subterráneos, se reduce la presencia de automóviles en la superficie, lo que mejora la calidad del paisaje urbano y contribuye a crear entornos más amigables y seguros para los peatones. Además, al reducir la circulación y el estacionamiento en calles congestionadas, disminuyen los niveles de contaminación acústica.

Los aparcamientos subterráneos también funcionan como nodos de movilidad multimodal, como destaqué con anterioridad, donde los usuarios puedan estacionar sus vehículos y tener acceso inmediato a otras formas de transporte más sostenibles, como estaciones de autobuses, tranvías, trenes o bicicletas públicas.

Este uso combinado de modos de transporte es a su vez clave en el commuting, es decir, los viajes habituales de casa al trabajo, reduciéndose la dependencia del automóvil particular para trayectos largos dentro de las ciudades.

Complemento a la movilidad sostenible

De esta manera, y en la medida en que los aparcamientos subterráneos se incluyan en un plan de desarrollo urbano integral, que priorice la movilidad activa y el transporte público, su presencia es y será un complemento valioso para la movilidad sostenible.

Y no se trata de desincentivar el uso del automóvil particular, sino de conseguir que se alineen con políticas que promuevan opciones de transporte menos contaminantes.

Herramienta clave

A modo resumen, desde mi punto de vista, los aparcamientos subterráneos son una herramienta clave en la transición hacia una movilidad más sostenible, siempre que estén diseñados e implementados con una visión holística que favorezca el uso de alternativas más limpias y eficientes.

Al liberar espacio en la superficie, reducir la congestión y promover el uso de vehículos eléctricos y otros modos de transporte sostenible, los aparcamientos subterráneos juegan un rol positivo dentro del ecosistema urbano.

Juan Manuel Mogarra, CEO de iPark Estacionamientos