Baterías

Explotan sin avisar: cómo evitar el ataque de las baterías zombies

Baterías aparentemente gastadas pueden reactivarse en determinadas circunstancias

Las pilas y baterías contienen multitud de materiales tóxicos

Nunca debemos tirar una batería o una pila a la basura

Estamos rodeados de baterías por todas partes: móviles, tablets, ordenadores portátiles, relojes inteligentes, coches híbridos y electrónicos… ¿Qué pasaría si estos dispositivos de almacenamiento se rebelaran contra nosotros? Quizá suene a una estrambótica película de serie B, pero lo cierto es que la mala gestión de dichos productos electrónicos entraña riesgos muy reales.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que las pilas y los acumuladores contienen multitud de elementos tóxicos, como el mercurio, el litio, el plomo y el cadmio que, si no son debidamente desechados, son capaces de contaminar el suelo, el agua y al aire, provocando así graves efectos para la salud humana y el medioambiente.

Otra de las razones por las que no debemos tirar ningún tipo de batería a la basura es el riesgo de que explote o acabe provocando un incendio. Esto es así porque, en un entorno inadecuado, como el de un vertedero, las baterías pueden sufrir todo tipo de daños. Si además resulta que el dispositivo en cuestión no está descargado del todo, el peligro aumenta exponencialmente.

Embalamiento térmico

Este es el origen del problema de las baterías zombies, término que se refiere a los acumuladores que, aunque han perdido su capacidad útil para alimentar aparatos electrónicos o vehículos, siguen almacenando energía residual y, por tanto, pueden representar un peligro, sobre todo cuando se produce un embalamiento térmico.

Así se denomina un proceso de fuga térmica que ocurre en una batería que parecía estar agotada pero que, de pronto —debido a golpes, condiciones ambientales extremas, cortocircuitos, etc.— se reactiva, provocando una reacción en cadena descontrolada que genera calor y gases tóxicos, hasta el punto de que se puede producir la temida explosión o el incendio.

Tipos de baterías

Entre los tipos de baterías que corren el riesgo de convertirse en estos peligrosos zombies que atacan cuando parecían inertes, se encuentran las que están basadas en elementos como los siguientes:

Y el siguiente vídeo nos explica gráficamente qué es lo que puede pasar si estos dispositivos son mal gestionados al término de su vida útil.

No es basura

Como ya hemos señalado, la solución al problema de las baterías zombies es muy simple: no tirar los acumuladores a la basura junto al resto de residuos domésticos, práctica que además está prohibida. La ley tampoco permite la incineración ni el vertido.

Lo que deben hacer los usuarios es depositar las baterías y las pilas usadas en los puntos limpios de los ayuntamientos, en cualquiera de las tiendas que comercialicen este tipo de productos o bien en otros contenedores de recogida selectiva que pueden encontrarse en el mobiliario urbano, edificios públicos, colegios, hoteles, etc.

Financiar este proceso de recogida, tratamiento y reciclaje es responsabilidad, como pasa con todos los residuos, de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP). En el caso concreto de las baterías y las pilas, los principales SCRAP españoles son Ecopilas, ERP y ECOLEC.

Tratamiento de residuos y minería urbana

El correcto tratamiento de las pilas y acumuladores de energía desechados no sólo sirve para prevenir la aparición de las baterías zombies, sino que además evita que sus componentes tóxicos terminen causando daños al medioambiente y a nuestra propia salud.

Por otro lado, estos materiales pueden ser recuperados y reutilizados en la fabricación de nuevos productos, lo que contribuye a la conservación de los recursos naturales, fomentando así la economía circular.

De ello se encarga la minería urbana, cuyo propósito es, precisamente, extraer esas valiosas y, al mismo tiempo, peligrosas materias primas de los viejos aparatos electrónicos.

Componentes de baterías de iones de litio de alto voltaje para vehículos eléctricos o híbridos.

Litio

Sin duda que el material más ampliamente utilizado en baterías a día de hoy, y que por tanto más interesa recuperar y reutilizar, es el litio. Según este estudio científico publicado en la revista Springer Nature, «el rápido consumo de litio a nivel mundial exige nuevas técnicas de reciclaje. Con una tasa de reciclaje inferior al 3%, la demanda global no puede satisfacerse a menos que se alcance un porcentaje mayor».

«Si bien el consumo de litio y la innovación tecnológica aumentan, se requiere la implementación de una recuperación de metales más rápida sin ignorar las regulaciones económicas y ambientales», añaden los investigadores.

Recuperación y reciclaje

En este trabajo se comparan varias de las técnicas de recuperación más empleadas y se recomienda apostar por el reciclaje a través de la minería urbana.

«El reciclaje de litio de fuentes secundarias, como baterías de iones de litio y materiales de baterías de óxido metálico de iones de litio, omite varios pasos preliminares requeridos en la extracción de litio de fuentes primarias, incluyendo la minería, los minerales y las arcillas», recalca la misma fuente.

«Este enfoque se alinea con las regulaciones de seguridad ambiental y apoya las iniciativas de energía limpia al promover prácticas sostenibles y ecológicas», concluyen los investigadores.