Conoce las razones por las que esta doctora en Físicas y meteoróloga se cambia al coche eléctrico

Mar Gómez, explica en sus redes sociales porqué ha elegido la opción del vehículo eléctrico como la más adecuada

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El pasado 9 de septiembre se celebró el Día Mundial del Coche Eléctrico, motivo por el cual, Mar Gómez, doctora en Ciencias Físicas y responsable de Meteorología de eltiempo.es lanzó un hilo de publicaciones en su red social en los que resumió su decisión de cambiar a un vehículo cero emisiones.

Mar Gómez desplegó toda una batería de razones para convencer a su casi medio millón de seguidores en la red X por la que es mejor cambiar al coche eléctrico tras «semanas investigando sobre esta tecnología».

Antes de exponer sus argumentarios para cambiar, contextualizó la situación actual explicando en qué punto se encuentra el mercado del coche eléctrico en Europa y en España.

Ventas de coches eléctricos

«Por primera vez en mucho tiempo, las ventas de coches eléctricos en Europa han caído, empujadas principalmente por el fin de las ayudas en Alemania, según recoge la ACEA. Tanto es así que el país germano ha tenido que rectificar y recuperar parte de estos incentivos», escribía Gómez.

Profundizando en España, califica la situación en nuestro país de «particular», explicando que «las ventas siguen creciendo (+6,1% vs. 2023). Sin embargo, lo hacen a un ritmo mucho más bajo del necesario. Prueba de ello es que España ocupa el puesto 20 de 27 en cuota de vehículos eléctricos en Europa».

Esta situación de poco crecimiento en la implantación de los eléctricos en España también tiene su análisis por parte de la autora de los posts en los que comenta que «siguiendo el ejemplo de Alemania, la lógica sería achacarlo al sistema de ayudas (plan MOVES III), pero la realidad es más compleja».