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Cómo los cazadores pueden ayudar a frenar la expansión de la peste porcina africana que amenaza España

La reaparición de la enfermedad en Cataluña pone en riesgo exportaciones por 9.000 millones de euros

Según Fundación Artemisan, los cazadores se erigen como pieza clave para el control poblacional de jabalíes y detección temprana

  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La vuelta de la peste porcina africana (PPA) a España tras más de 30 años de ausencia ha hecho saltar las alarmas en Cataluña y resto del país. Los cazadores, las autoridades veterinarias y los sectores alimentarios afectados sector se han puesto en alerta ante la amenaza que puede poner en riesgo exportaciones españolas valoradas en cerca de 9.000 millones de euros.

La Real Federación Española de Caza ha ofrecido su colaboración inmediata para controlar la peste porcina, destacando el papel fundamental que desempeñan los cazadores en detección temprana y control poblacional de jabalíes. Además, la Fundación Artemisan ha difundido un vídeo con las recomendaciones y precauciones a seguir.

Situación en Europa

En Europa, entre el 1 de enero y el 10 de septiembre de 2025 se notificaron 8.630 brotes de PPA, lo que supone un aumento de 3.275 casos en comparación con el mismo período del año anterior. La mayoría de los brotes se produjeron en Polonia, seguida de Alemania, Letonia y Hungría.

La enfermedad se está propagando principalmente en poblaciones de jabalíes, mientras que los cerdos, tanto en la cría de traspatio como en granjas de comercialización, rara vez se infectan. La excepción es Rumanía, donde ya se han registrado 319 casos en cerdos domésticos.

Seis casos detectados

El Ministerio de Agricultura confirmó dos casos positivos en jabalíes silvestres hallados muertos en Bellaterra, Barcelona, los pasados días 26 y 27 de noviembre. Estos son los primeros casos detectados en territorio español desde noviembre de 1994, cuando se erradicó por completo la enfermedad.

Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, que confirmó la presencia del virus en ambos ejemplares, que ha aumentado en cuatro más tras las nuevas apariciones de jabalíes infectados.

Impacto económico

La situación representa una amenaza directa para la industria porcina española, una de las más importantes de Europa. España exportó en 2024 productos porcinos por valor de 8.784,6 millones de euros, siendo China el principal destino con más de 570.000 toneladas. El ministro Luis Planas ha reconocido que aunque la peste porcina no afecta a humanos, el impacto económico será considerable.

La detección ha provocado que una veintena de países hayan cerrado sus fronteras a las importaciones españolas. China, el mayor importador, ha anunciado que aceptará la regionalización en caso de nuevos brotes. Esto significa que sólo se restringirían ventas de zonas afectadas, no de todo el territorio.

Papel de los cazadores

La Fundación Artemisan lleva años advirtiendo sobre la necesidad de prepararse ante esta enfermedad. Según esta organización, los cazadores son «una pieza clave en el rompecabezas», principalmente por su capacidad para reducir poblaciones de jabalíes. Sin la colaboración activa de los cazadores, controlar la expansión resultaría «casi imposible y muy caro».

La Real Federación Española de Caza se ha puesto a disposición del Ministerio, comunidades autónomas y servicios veterinarios. Los cazadores pueden contribuir en la detección temprana de cadáveres de jabalíes, control poblacional de esta especie reservorio del virus y vigilancia sanitaria continua en el territorio.

Control poblacional urgente

En España se estima que existen entre 1 y 1,2 millones de jabalíes, cifra que podría aumentar sin las consiguientes medidas de control. La sobrepoblación es especialmente preocupante en Cataluña, donde grandes áreas rurales despobladas y el envejecimiento de cazadores dificultan el control. Esta alta densidad facilita la transmisión entre poblaciones silvestres.

El Ministerio publicó en mayo de 2024 un plan de acción para el control de jabalíes contra la amenaza. El plan reconoce que resulta necesario un control sostenido de la especie para minimizar su impacto. Los cazadores juegan un papel determinante en estas estrategias de gestión poblacional contra la peste porcina.

Medidas de bioseguridad

Los cazadores deben extremar las medidas de bioseguridad recomendadas. Esto incluye manipulación higiénica de piezas, gestión de subproductos, limpieza de material y vehículos, y evitar movimientos no autorizados de restos. Estas precauciones son fundamentales para impedir propagación del virus a nuevas áreas.

La fundación recuerda que los cazadores que viajen a países europeos afectados deben extremar precauciones. El virus puede transmitirse a través de materiales, calzado, ropa o vehículos, por lo que resulta fundamental seguir protocolos de limpieza tras actividades cinegéticas en zonas de riesgo.

Cómo evitar su propagación

En el caso de que un cazador salga fuera de España a cazar en países en los que se han declarado focos de peste, hay que recordar que si se tiene contacto directo con jabalíes abatidos, deben de manejarse siempre con guantes y después de quitárselos, lavarse las manos con agua y jabón.

Es necesario limpiar toda la ropa y equipamiento de caza que se haya utilizado antes de regresar, porque el virus puede transmitirse muy fácilmente. Hay varios productos efectivos para eliminar el virus, como la sosa cáustica, la lejía y la formalina, entre otros.

La Fundación Artemisan recomienda lavar la ropa a alta temperatura, que alcance al menos los 60 grados centígrados, y en el caso de las botas limpiarlas con productos específicos para eliminar los virus.

Si se ha utilizado cuchillería, se deben aplicar productos específicos para desinfectar frente a virus. Si tienen madera porosa, tal vez se debiera sustituir por otros porque el virus puede ser más difícil de eliminar.

Desplazamientos por carretera

Cuando haya desplazamiento por carretera, hay limpiar también los vehículos utilizados antes de regresar, eliminando el barro y cualquier materia orgánica utilizando los productos anteriormente mencionados. En ningún caso hay que traerse los productos de animales y mucho menos cárnicos, ya sean crudos o curados.

En el caso de trofeos, tendrán que ser desinfectados correctamente antes de emprender el viaje cuando se regrese a España y aunque se hayan seguido estas pautas, no se debe tener contacto con granjas de animales hasta que hayan pasado tres días desde tu llegada.

Así mismo, recuerda Artemisan que la importación de jabalíes desde Europa hasta España está prohibida y es responsabilidad de todos los gestores evitar la llegada de jabalíes a los cotos españoles.

Jabalí.

Características de la enfermedad

La peste porcina africana es una enfermedad vírica altamente contagiosa causada por un virus de la familia Asfarviridae. Afecta exclusivamente a cerdos domésticos y jabalíes, provocando mortalidad del 100% de los infectados. No existe tratamiento eficaz ni vacuna en Europa, lo que convierte la prevención en la única herramienta disponible para frenar la peste porcina.

El virus no afecta a humanos ni representa riesgo para la salud pública. Sin embargo, su capacidad de transmisión es extraordinaria, propagándose por contacto directo entre animales, por materiales contaminados, e incluso a través de garrapatas del género Ornithodoros que actúan como vectores.

Respuesta institucional coordinada

Las autoridades han activado todos los protocolos de emergencia. La Unidad Militar de Emergencias desplegó 117 efectivos y 25 vehículos en Cataluña. La Generalitat ha blindado un perímetro de 20 kilómetros alrededor de la zona afectada. El cierre total al medio natural afecta a 12 municipios cercanos al foco.

Existe un Grupo Operativo específico financiado con 363.424 euros procedentes del Programa Nacional de Desarrollo Rural. Está formado por ocho organizaciones: la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico, la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca, el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, ASAJA, la Asociación Interprofesional de Carne de Caza, Asociación de Propietarios Rurales para Gestión Cinegética, Fundación Artemisan y Real Federación Española de Caza.

Una de las medidas que siguen en Europa es el vallado eléctrico para impedir su expansión en las zonas afectadas.

Colaboración entre sectores

Diversas comunidades autónomas adoptan medidas preventivas, aunque no hayan detectado casos. Cantabria ha activado protocolos de vigilancia reforzada con recomendaciones obligatorias para cazadores. Las autoridades piden «la colaboración activa de ganaderos, veterinarios y cazadores porque la prevención es tarea de todos» ante la peste porcina.

La experiencia europea demuestra que el control efectivo requiere implicación de todos los sectores. En países del Este, las autoridades han usado controles poblacionales intensivos, seguimiento epidemiológico y vallados temporales para delimitar movimientos de jabalíes. España debe aplicar estrategias eficaces adaptadas a su realidad territorial para contener la enfermedad.

Detección temprana decisiva

La detección temprana de estos dos casos pone de manifiesto el alto nivel de vigilancia sanitaria en España. El sector porcino español es un referente mundial en control sanitario, posición fundamental para mantener la competitividad. Los próximos meses serán decisivos para contener el brote o enfrentar su extensión a otras regiones del país.

La Organización Mundial de Sanidad Animal advierte que desde 2022 la peste porcina ha provocado la muerte de 2,2 millones de cerdos en 69 países. Europa es la región más afectada, con más de 30.000 focos en tres años. El jabalí se ha consolidado como el principal vector de expansión de la enfermedad, lo que subraya la importancia del control cinegético.

 

Cazadores.

Responsabilidad histórica

Los cazadores tienen ahora una responsabilidad histórica. Su colaboración en la detección de casos sospechosos, reducción de poblaciones de jabalíes y cumplimiento de medidas de bioseguridad puede marcar la diferencia ante la peste porcina. La comunicación inmediata a servicios veterinarios de cualquier hallazgo sospechoso resulta fundamental para detección temprana y control de nuevos focos.

Como afirma la Fundación Artemisan, «los cazadores no son parte del problema, son parte de la solución» ante el desafío que representa la peste porcina para España. La experiencia en otros países europeos demuestra que sin la participación del sector cinegético, los esfuerzos de contención resultan insuficientes. El éxito dependerá de la coordinación entre administraciones, ganaderos, veterinarios y cazadores.