Carta de la presidenta de OKDIARIO

Querido inconformista: dice el nadie que ejerce de secretario general del PSOE de Madrid, que también es el ministro para la Transformación Digital, así como ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez, como también perdedor supremo de las elecciones de Castilla y León, que en realidad el caso del fiscal general es más un whiskygate que un watergate. En un ejercicio retórico sólo equivalente al nivel intelectual de una clase de segundo de primaria en la que concentran a los alumnos que ya siendo tan pequeños han sido intelectualmente desahuciados, el inminente imputado Óscar López ha decidido que la forma más efectiva de combatir al huracán Ayuso es acusar a su jefe de gabinete de alcohólico.
Cualquiera que dedique más de dos segundos a la reflexión, cosa que evidentemente no han hecho en el PSOE, llegaría a la conclusión de que semejante calificativo es en realidad infinitamente peyorativo para la izquierda madrileña. Porque si un supuesto alcohólico, con la desventaja cognitiva que se le supone, es capaz de humillar diariamente al presidente del Gobierno manteniendo el grado de popularidad de su asesorada en el olimpo político durante tantos años, ¿en qué lugar quedan los que, disponiendo de todas sus cualidades intelectuales intactas, son incapaces siquiera de rozar a Ayuso o a Miguel Ángel Rodríguez?
A veces la derecha cae en la lógica desesperación de la autocrítica por la situación que vivimos a diario. Tendemos a creer que, porque el sátrapa sigue en Moncloa, todas las batallas culturales y políticas las perdemos sin retorno. Lo cierto es que, afortunadamente, les estamos humillando sin contemplación. Te pongo el ejemplo del fiscal general: esta historia empezó porque la izquierda quiso utilizar un problema fiscal del novio de Ayuso para montar una campaña de desprestigio personal contra un ciudadano particular con el único fin de destruir a una rival política. Nosotros, los de derechas, los fachas representados por Ayuso y por la fachosfera de OKDIARIO, fuimos capaces de darle la vuelta a la cuestión para que esta batalla ya no trate de la relación del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid con Hacienda, sino que todo sea si el fiscal va p’alante o p’adentro.
Vamos, que por primera vez les estamos robando las batallas y las victorias. Suena bien formar parte del bando de los listos, ¿verdad? Pues que no sea una excepción. Y mientras seguimos triunfando, gracias por seguir leyéndonos cada día. Buenas noches y viva España.