Naturaleza
Animales endémicos

Un investigador del CSIC alerta por la situación de este animal endémico en Canarias: sólo quedan 450 ejemplares

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

La biodiversidad de Canarias afronta uno de sus momentos más críticos. Un ave emblemática de las islas orientales, considerada un símbolo natural, se encuentra al borde del colapso poblacional.

Investigaciones recientes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) advierten que el número de ejemplares se ha reducido drásticamente en las últimas dos décadas, con apenas unos cientos sobreviviendo en Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa.

Esta alarmante situación, documentada en una tesis doctoral publicada en la revista Biological Conservation, apunta a que la presión humana y la falta de planificación territorial están acelerando su camino hacia la extinción.

Situación crítica de este animal en Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa

El biólogo Alberto Ucero, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), ha dedicado más de cuatro años a estudiar la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae).

Sus conclusiones son contundentes: en Fuerteventura la población se ha reducido a menos de la mitad en dos décadas, y territorios que antes eran zonas de cortejo han quedado vacíos en un 60%.

En la actualidad, Lanzarote mantiene la mayor concentración con unos 450 ejemplares, mientras que en Fuerteventura apenas sobreviven alrededor de un centenar. La situación en La Graciosa es aún más preocupante, con una estimación de entre 10 y 16 aves, según informa el Diario de Fuerteventura.

Principales amenazas a las que se enfrenta la hubara canaria

Uno de los principales factores que amenazan a la especie es la presión derivada del turismo masivo.

Un estudio complementario del MNCN-CSIC, basado en telemetría de 51 ejemplares, demostró que la presencia de turistas y vehículos multiplica los episodios de vuelo forzado, lo que aumenta el riesgo de colisiones con tendidos eléctricos o atropellos en carreteras.

Durante el confinamiento de la COVID-19, cuando la actividad humana se redujo drásticamente, las hubaras volaron un 76% menos y se registró una caída significativa en muertes por accidentes. Este dato confirma el peso de las perturbaciones humanas en la mortalidad no natural.

A las amenazas directas se suma la desertificación progresiva de las islas, que limita la vegetación y, por tanto, el alimento disponible. La depredación por gatos asilvestrados y perros sueltos también agrava la situación, incrementando la vulnerabilidad de la especie.

Medidas urgentes para proteger a la hubara canaria y evitar su extinción

Ante este panorama, los expertos reclaman un cambio en la gestión territorial y políticas de conservación más estrictas. Éstas son algunas de las soluciones que se plantean:

Ucero insiste en que la prioridad debe ser «poner límites» al crecimiento urbanístico y turístico, especialmente en territorios declarados Reserva de la Biosfera. Sin una acción inmediata, la desaparición de la hubara canaria podría convertirse en una realidad en pocas décadas.