El batacazo de Argentina en el partido debut del Mundial de Qatar 2022 ante la siempre desconocida Arabia Saudí fue el primer gran bombazo de esta cita mundialista. Los Leo Messi, Ángel Di María y Lautaro Martínez no pudieron responder ante un equipo inferior en calidad pero que demostró mayor fe en la apuesta de Hervé Renard, el seleccionador de los sauditas que tuvo más tiempo que ningún otro país para preparar este torneo: 37 días de pretemporada y cinco amistosos para llegar sólidos al Mundial.

Desde el 16 de octubre no hay competición en Arabia Saudí con motivo del Mundial de Qatar, algo que benefició claramente a los 32 citados por Renard para este torneo, 32 jugadores que juegan completamente en el torneo local saudí, sin futbolistas que disputen partidos en ligas foráneas, ninguno. Todos, absolutamente todos, competían en Arabia Saudí y la competición se paró con antelación para dar mayor tiempo a los citados por el seleccionador, uno de los grandes entrenadores de selecciones de dilatada trayectoria especialmente en África.

Pero es que Arabia Saudí no sólo tuvo más de un mes para prepararse para este debut en el Mundial ante Argentina, para estudiarla y preparar un plan antichoque para Messi y los suyos, también tuvo tiempo para testarse con diversas selecciones. Cinco amistosos ha disputado el equipo de Renard antes de llegar a Qatar, cinco encuentros que se han disputado en secreto, de los que se ha sabido muy poco.

Arabia Saudí ha jugado cinco partidos previos ante selecciones como Macedonia del Norte, Albania, Honduras, Islandia y Panamá, ninguna evidentemente competidora en este Mundial y que podían darle competencia para llegar en las mejores condiciones al debut, tanto física como mentalmente.

El físico que desplegó el conjunto saudí, muy intenso y veloz en cada acción dividida ante los argentinos, fue una de las grandes sorpresas durante su debut. Rápidos y contundentes, en el segundo tiempo pasaron por encima de la Albiceleste, que se encontró con dos goles rápidos y la moral por los suelos, algo que supo aprovechar el conjunto de Renard para no dar apenas opciones a los sudamericanos.

«Tener tanto tiempo es una ventaja, a cualquier seleccionador le gustaría tenerlo. Cuando eres uno de los equipos más humildes del torneo, tienes que trabajar más y más duro», así respondía Renard algunos días antes del Mundial en una entrevista en Relevo, reconociendo que las facilidades que han tenido para poder preparar el torneo les benefician, especialmente ante el selecciones futbolísticamente más potente, principalmente por tener convocatorias repletas de jugadores que han vivido un calendario muy exigente en Europa, como es el caso de Argentina.

Renard es un seleccionador que sabe sacar el mayor potencial a sus selecciones, siempre de perfil medio o bajo, como es el caso de Arabia Saudí de cara a este Mundial. En África el seleccionador francés ha reinado en dos ocasiones, una con Zambia y otra con Costa de Marfil, y tuvo experiencias con Angola y Marruecos también. Su libreto se basa en el trabajo, y de esto ha tenido de sobra durante estas últimas semanas, algo que se notó y mucho ante Argentina.

«Es un grupo muy duro. Tenemos que creer en nosotros, es algo que siempre repito a los chicos. Tenemos que dejar una buena imagen del fútbol saudí, que tiene mucho talento. Necesitamos prepararnos bien para alcanzar un buen nivel de confianza. Además jugamos en Qatar, un país vecino, y muchos seguidores cruzarán la frontera para ayudarnos. Tenemos que tener claro que estamos representando a mucha gente, tienen que sentirse orgullosos de nosotros», insistía un Renard que, desde luego, ha sabido inculcar a sus jugadores todo lo que se proponía.