Carreteras secundarias: más radares

El peligro real de los excesos de velocidad está en las carreteras secundarias. Así lo dicen los datos, y así lo dicta nuestro sentido común. Por eso no seremos nosotros los que critiquemos la iniciativa que prepara la DGT, que aumentará el número de radares en este tipo de vías próximamente.

Según hemos podido saber, la Dirección General de Tráfico cuenta con un presupuesto de casi 900.000 euros para adquirir un total de 18 radares. Estos serán de tipo cinemómetro láser, o lo que es lo mismo, aquellos que están preparados para ser utilizados desde un vehículo o desde un trípode. El objetivo es aumentar la precisión a la hora de controlar la velocidad de los usuarios de este tipo de vías, algo que no siempre es posible desde los radares que funcionan única y exclusivamente desde los vehículos, debido a las irregularidades que suele presentar el terreno. También influye la falta de espacio que presentan este tipo de vías.

Este tipo de radares funcionan enviando dos señales láser que atraviesan de lado a lado la carretera, que son las encargadas de medir la velocidad a la que circula el vehículo controlado. Este cálculo se realiza a partir del tiempo que tarda dicho vehículo en pasar por las dos barreras láser. Además, el dispositivo cuenta con una cámara digital de alta resolución capaz de realizar dos fotografías a cada vehículo controlado. En una de ellas veremos la matrícula con todo lujo de detalles, mientras que en la otra veremos el entorno donde se ha realizado la fotografía.

El coste de cada uno de estos dispositivos es de 41.200 euros más impuestos. Se trata de un precio bastante elevado, pero rápidamente amortizable teniendo en cuenta la cantidad de multas que pueden llegar a poner. Pero como decíamos al principio, este tipo de controles no pueden ser criticados. Van a realizarse en las vías donde más gente pierde la vida, con lo que cualquier medida que ayude a que los usuarios sean más prudentes debe ser bienvenida.

En principio, la empresa encargada de fabricar los radares encargados por la DGT tiene un plazo de tres meses a partir de la firma del contrato. Los cálculos de las autoridades indican que los nuevos radares deberían entrar en funcionamiento antes de las navidades de este año 2015.

Esperemos que estos nuevos dispositivos para el control de la velocidad de los vehículos que prepara la Dirección General de Tráfico sean más precisos que los que hemos conocido hasta ahora. Recordad lo que os contábamos hace unos días acerca de la falta de fiabilidad de los radares móviles de hoy en día.

Estos nuevos radares destinados a las carreteras secundarias no serán los únicos nuevos dispositivos con los que cuenten las autoridades de la DGT. Hace unos días os hablábamos del Multirradar C, un nuevo método de control que es prácticamente indetectable. Para verlo en funcionamiento no tendremos que esperar tanto como en el caso que hoy nos ocupa, ya que está previsto que entre en funcionamiento durante este verano.