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Tu perro te lee la mente: puede oler tu estrés y cambiar radicalmente su comportamiento

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los perros parecen tener un sexto sentido que les permite percibir aspectos del entorno y las emociones humanas que escapan a nuestra comprensión. Según investigaciones, pueden detectar malas intenciones en las personas, reconocer cuando alguien miente, y responder a la agresión hacia sus dueños con desconfianza. Esto se debe a su capacidad para interpretar señales ocultas, como el lenguaje corporal, el tono de voz y los olores. Además, se ha demostrado que pueden captar detalles invisibles para los humanos, como cambios hormonales, desastres naturales inminentes y aspectos del entorno que nosotros únicamente podemos detectar mediante luz ultravioleta.

Este sexto sentido se relaciona con su aguda sensibilidad a olores y sonidos, que les permite procesar información de una manera única. A diferencia de los humanos, los perros actúan basándose en sus instintos más allá de la racionalidad, lo que les otorga la capacidad de identificar peligros, cambios en el ambiente y emociones humanas complejas. Su inteligencia, aunque limitada en comparación con la humana, parece trascender las barreras de la lógica y captar elementos que las personas a menudo pasamos por alto.

El ‘sexto sentido’ de los perros

Un estudio de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, publicado en Current Biology, ha revelado que los perros no sólo responden a órdenes básicas, sino que son capaces de entender ciertas palabras y asociarlas mentalmente con objetos, de manera similar a como lo hacen los niños pequeños. El equipo, que trabaja en el proyecto Family Dog, ya había demostrado anteriormente que los perros más inteligentes pueden reconocer nombres de objetos, un proceso comparable al aprendizaje de los niños de dos o tres años.

Para comprobar esta capacidad en los perros, los investigadores utilizaron electroencefalogramas para medir la actividad cerebral de 18 perros. En el experimento, los dueños nombraban juguetes conocidos por sus mascotas y luego mostraban los objetos, a veces coincidiendo con la palabra mencionada y otras no.

Los registros cerebrales mostraron patrones distintos cuando el objeto correspondía a la palabra, lo que sugiere que los perros activan una representación mental del objeto al oír su nombre. Este hallazgo es similar a lo que se ha observado en humanos y se considera una prueba de comprensión de palabras.

El estudio también mostró que los perros que conocían mejor ciertos nombres presentaban diferencias más marcadas en su actividad cerebral, lo que confirma su capacidad para comprender palabras.

Sin embargo, esta habilidad no estaba limitada a perros con un vocabulario amplio, lo que indica que es una capacidad general en los canes y no exclusiva de algunos ejemplares especialmente inteligentes.

El equipo de Budapest también es responsable del «Genius Dog Challenge», un proyecto que ha ganado popularidad en redes sociales y en el que se ponen a prueba las habilidades de perros excepcionalmente inteligentes, como «Rico», un Border Collie Español capaz de reconocer unos cuarenta objetos por su nombre.

Este descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre la evolución del lenguaje y la comprensión de los perros, como si esta capacidad es innata o se desarrolla por convivir con humanos. También abre la posibilidad de investigar si otros mamíferos podrían compartir esta habilidad.

Según Lilla Magyari, otra de las autoras del estudio, los perros podrían comprender el significado de algunas palabras, lo que va más allá de simplemente aprender comportamientos específicos ante ciertas órdenes. En resumen, los perros entienden más de lo que parece, y este hallazgo sugiere una conexión más profunda entre el lenguaje humano y la cognición animal.

Saben detectar a las malas personas

Diversos estudios han demostrado que los perros son capaces de discernir si una persona es de fiar. La investigadora Akiko Takoaka, de la Universidad de Rissho en Tokio, lideró experimentos en los que los perros, tras ser engañados repetidamente, recordaban a la persona que los había engañado y luego mostraban indiferencia o rechazo hacia ella. Este comportamiento refleja una notable capacidad de los canes para identificar a aquellos que no son honestos.

En la misma línea, un experimento reciente en Finlandia evaluó la inteligencia de diversas razas, demostrando que algunos perros, como el Hovawart, confían más en su percepción que en las indicaciones humanas cuando sospechan de un engaño, resistiéndose a ser manipulados.

Además, los perros también perciben cuándo alguien trata mal a sus dueños y reaccionan en consecuencia. Un estudio de la Universidad de Kyoto mostró que los perros son cariñosos con quienes son amables con sus dueños, pero rechazan a quienes los tratan mal, incluso si se les ofrece comida. Esta capacidad para evaluar las intenciones humanas no se limita a las interacciones directas, sino que incluye también la observación de cómo otros tratan a las personas que consideran parte de su familia.

Estos hallazgos destacan la inteligencia emocional de los perros y su capacidad para interpretar el comportamiento humano. No sólo pueden detectar engaños, sino que también reaccionan a las dinámicas sociales que los rodean, mostrando una gran lealtad hacia sus seres queridos.