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Síntomas de la conjuntivitis en perros

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los perros son muchísimo más parecidos a nosotros de lo que pensamos. Hay enfermedades que nos afectan tanto a nosotros como a ellos, como por ejemplo la conjuntivitis. La conjuntivitis en perros es una afección relativamente común que afecta la membrana delgada que cubre el ojo y la parte interna del párpado, conocida como conjuntiva. Esta condición puede deberse a diferentes razones, como alergias, infecciones bacterianas o virales, irritantes químicos o cuerpos extraños en el ojo.

¿Qué tipo de conjuntivitis en perros hay?

Lo primero y más importante es diferenciar los diferentes tipos de conjuntivitis en perros que existen ya que de esto va a depender en gran medida cuáles sean los síntomas.

Puede darse a consecuencia de una reacción alérgica ante un determinado alérgeno. La conjuntiva se irrita e inflama, produciendo lagrimeo, picor y enrojecimiento. La conjuntivitis también puede ser vírica o bacteriana. En estos casos hay que tener mucho cuidado porque es contagiosa. Y, por último, la conjuntivitis producida porque se ha metido algún cuerpo extraño en el ojo, como una pestaña o polvo.

¿Cuáles son los síntomas?

Cada can puede presentar sus propios síntomas, aunque hay varios que se dan en prácticamente el 100% de los casos. El primero en presentarse es la dificultad para abrir el ojo cuya membrana mucosa está inflamada. Por lo general, la conjuntivitis sólo afecta a uno de los ojos.

Además, los perros presentan enrojecimiento ocular y fotosensibilidad. Una de las formas más sencillas que tenemos de saber si nuestra mascota sufre conjuntivitis es observar su reacción ante la luz, tanto artificial como natural. Si corre a esconderse a una zona a oscuras, es importante que le llevamos al veterinario a la mayor brevedad.

El lagrimeo excesivo también es habitual, y suele acompañarse de un picor muy molesto. Los canes tienden a rascarse el ojo afectado, y esto es justo lo que debemos evitar si no queremos que se haga heridas internas con las uñas. Cuando la conjuntivitis es infecciosa el lagrimeo se acompaña de una secreción verdosa o amarillenta.

Una vez diagnosticada la conjuntivitis, el tratamiento es relativamente sencillo. Si viene dada por una reacción alérgica o por la presencia de un cuerpo extraño en el ojo, simplemente hay que limpiarlo con suero fisiológico varias veces al día. Si la conjuntivitis es de origen vírico o bacteriano, es necesario administrar un antibiótico de uso tópico recetado por el veterinario.

Más allá del tratamiento médico, es fundamental prevenir la propagación de la conjuntivitis. Lávate las manos después de manipular al perro y evita el contacto cercano con otros perros hasta que se recupere por completo.