Un reciente estudio sugiere que los perros «podrían haberse domesticado a sí mismos» para conseguir comida
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Un debate sobre los orígenes de nuestros fieles compañeros caninos ha sido revitalizado por una reciente investigación publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Este estudio, llevado a cabo por científicos como Alex Capaldi, matemático y estadístico de la Universidad James Madison de Virginia, explora la intrigante hipótesis de que los perros no fueron domesticados por la intervención directa de los humanos, sino que, impulsados por la necesidad de una fuente constante de alimento, se habrían «autodomesticado».
Teorías de la domesticación de los perros
La cuestión de cómo los lobos grises (Canis lupus) se transformaron en los perros domésticos (Canis familiaris) que conocemos hoy ha sido objeto de intensa investigación y debate científico.
La evidencia arqueológica y genética coincide en que los perros descienden de los lobos grises y que el proceso de domesticación se extendió a lo largo de dos períodos históricos significativos: entre hace unos 30.000 y 15.000 años, cuando los lobos salvajes se domesticaron para convertirse en los primeros perros, y desde hace unos 15.000 años hasta la actualidad, cuando estos perros se diferenciaron en razas.
¿Selección natural o artificial en la domesticación de los perros?
Se cree que estos dos períodos de domesticación estuvieron impulsados por fuerzas evolutivas distintas. El segundo período se atribuye principalmente a la selección artificial: los humanos eligieron lobos más mansos para la caza, la compañía y la cría, fomentando así los rasgos de docilidad.
Sin embargo, las fuerzas que impulsaron el primer y crucial período de domesticación han sido menos claras, dando lugar a diversas hipótesis.
La teoría de la autodomesticación de los perros
Una de las hipótesis más intrigantes y debatidas es la de la autodomesticación. Esta teoría sugiere que, a medida que los asentamientos humanos prehistóricos comenzaron a generar desechos de comida, algunos lobos se sintieron atraídos por esta fuente de alimento constante.
Estos lobos, más tolerantes a la presencia humana, se habrían acostumbrado gradualmente a vivir cerca de las personas, prefiriendo la seguridad de un suministro regular de comida a la imprevisibilidad de la caza.
Con el tiempo, estos lobos menos agresivos y más adaptables habrían tenido más éxito reproductivo, originando a los primeros perros domésticos. Se ha observado un proceso similar en la domesticación de los gatos, que buscaron alimento cerca de comunidades agrícolas.
El estudio abordó la crítica de la restricción temporal a la autodomesticación mediante un modelo estadístico. Este modelo demostró que, a lo largo de 15.000 años, la selección natural podría haber impulsado la autodomesticación si se cumplían estas dos condiciones:
- Los lobos debían permanecer cerca de los humanos para obtener restos de comida.
- Debían seleccionar parejas con un temperamento similar.
Así lo explicaba el coautor del estudio, Alex Capaldi, en declaraciones recogidas por Live Science: «Cuando las hembras seleccionaban pareja, también debían seleccionar machos con una docilidad similar a la suya». La combinación de la búsqueda de alimento constante y la preferencia por parejas dóciles habría permitido la autodomesticación.
Implicaciones de la autodomesticación de los perros
Los científicos señalan que este modelo respalda la autodomesticación como una posibilidad. Estudiar la evolución de los perros como los primeros animales domesticados, puede ayudar a comprender mejor la domesticación en otras especies.
Además, la conexión entre la domesticación canina y el desarrollo de las primeras sociedades humanas subraya la importancia de entender esta cronología para conocer nuestra propia historia y cómo aprendimos a comunicarnos y vincularnos con los perros.