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Ni rojo ni verde: estos son los colores que más le gustan a tu perro

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando hablamos de la percepción del color en los animales, existe la creencia de que los perros ven el mundo en blanco y negro. Sin embargo, esta idea es un mito ampliamente desmentido por estudios científicos. Aunque su visión no es tan rica en colores como la de los humanos, los perros tienen la capacidad de distinguir determinados colores, y estos pueden influir en su comportamiento, preferencias y estado de ánimo. Entender qué colores puede captar mejor el perro y cuáles le resultan más atractivos es esencial para enriquecer su entorno y mejorar la relación con él.

Para entender cuáles son los colores favoritos del perro, lo primero es conocer cómo funciona su sistema visual. Mientras los humanos tenemos una visión tricromática (es decir, podemos percibir tres colores básicos: rojo, verde y azul), los perros tienen una visión dicromática. Esto significa que su percepción del color se basa en dos tipos de receptores de luz (conos) en sus ojos, en lugar de los tres que tenemos nosotros.

Cuáles son los colores que más le gustan al perro

En términos prácticos, los perros distinguen principalmente entre tonos azules y amarillos, mientras que no pueden identificar los rojos ni los verdes como lo hacemos nosotros. Para ellos, los colores rojos aparecen como marrones o grisáceos, y los verdes tienden a mezclarse con tonos similares.

Esta diferencia se debe a la estructura evolutiva de sus ojos. Los perros, como descendientes de los lobos, desarrollaron su visión para adaptarse a su papel como depredadores y carroñeros en entornos naturales. Una visión en la que predominan los azules y amarillos era más que suficiente para identificar presas y movimientos en condiciones de luz variable, como en el amanecer o el atardecer.

Teniendo esto en cuenta, perros tienen una preferencia marcada por el azul y el amarillo debido a su visión dicromática, que les permite distinguir mejor estos colores. Estudios han demostrado que los estímulos en estos tonos captan más su atención. Por ejemplo, si colocas dos juguetes idénticos pero de distintos colores, uno azul y otro rojo, es probable que el perro elija el azul. Esto no significa que el rojo no les guste, sino que simplemente no lo perciben con la misma claridad. Asimismo, un juguete amarillo puede ser igual de atractivo para ellos, especialmente en exteriores donde contrasta con el entorno verde o marrón que suelen ver. Los objetos que combinan azul y amarillo resultan especialmente llamativos para ellos.

Comportamiento

Aunque los perros no ven los colores con la misma intensidad que nosotros, esto no significa que los colores no tengan un impacto en su comportamiento. De hecho, los tonos que perciben claramente pueden influir en su nivel de atención y entusiasmo durante actividades específicas.

El color azul, por su predominancia en su espectro visual, lo perciben como un color relajante. Este tono puede ser útil para mantener la calma en situaciones potencialmente estresantes, como una visita al veterinario o un viaje en coche. Si tu perro tiene un espacio donde suele descansar, considera incluir mantas o cojines azules.

Por otro lado, el amarillo tiende a ser un color más estimulante. Los juguetes amarillos pueden motivar a tu perro a jugar y explorar, lo que lo convierte en una excelente opción para actividades al aire libre. Este tono también es ideal para sesiones de entrenamiento dinámico, ya que les resulta fácil de distinguir incluso en ambientes con mucha vegetación.

Entorno

El entorno visual de un perro influye significativamente en su bienestar y estímulo mental. Elegir juguetes y accesorios en tonos que puedan distinguir claramente, como azul y amarillo, mejora sus sesiones de juego y facilita la identificación de objetos a distancia. En contraste, juguetes rojos o verdes pueden camuflarse fácilmente en el césped, dificultando su localización.

Dentro del hogar, crear espacios con mantas o camas en tonos azules y amarillos puede resultar más agradable para el perro, haciendo su entorno más cómodo para él. Estos colores también son útiles en el entrenamiento, especialmente en actividades que incluyen señales visuales o juegos de agilidad.

Utilizar accesorios en tonos visibles para ellos optimiza su comprensión y respuesta a las instrucciones, promoviendo un aprendizaje más efectivo. Adaptar el entorno y las herramientas a su percepción visual es clave para fomentar su bienestar y facilitar su interacción diaria.

En los últimos años, investigaciones han confirmado que los colores pueden influir no sólo en la capacidad de atención de los perros, sino también en su estado emocional. Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Colorado demostró que los perros responden más rápidamente a estímulos visuales en tonos amarillos y azules.

Asimismo, otras investigaciones han analizado cómo el uso de colores específicos puede optimizar el diseño de materiales de entrenamiento. Los resultados respaldan la idea de que adaptar estos elementos a los colores que los perros perciben mejor mejora su rendimiento y reduce el estrés asociado con actividades que exigen concentración.