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Lo que tienes que hacer si tu perro te pide comida cada vez que estás en la mesa, según un experto

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Si convives con un perro, sabes muy bien que sentarte a la mesa puede ser una auténtica tortura. Te mira fijamente, pone sus patas sobre tus piernas tratando de llamar tu atención… Son gestos con los que tu perro te pide comida y, aunque puedan parecer inofensivos, si cedes a esa insistencia, pueden surgir problemas de comportamiento, convivencia y salud con el tiempo. Según los expertos en educación canina, es esencial no regañar ni prohibir de manera brusca al animal. Lo primero es entender por qué motivo te pide comida y qué puedes hacer para que deje de hacerlo.

Quizá creas que por una vez no pasa nada, pero cada vez que le das algo de tu plato, el perro aprende que insistir funciona, lo que refuerza su conducta. Su olfato está mucho más desarrollado que el humano, y los olores de la comida son muy intensos para él, pero es importante no ceder. Si desde cachorro recibe comida mientras tú comes, es lógico que lo interprete como parte de su rutina.

¿Qué hacer si el perro te pide comida?

En primer lugar, los veterinarios insisten en una serie de cosas que no se deben hacer bajo ningún concepto cuando el perro quiere algo de la mesa, ya que sólo empeorarían la situación. Aunque darle «sólo un trocito» parece inofensivo, es suficiente para reforzar el hábito. Por supuesto, en ningún caso hay que empujarle ni gritarle porque esto le va a generar ansiedad y podría adoptar comportamientos agresivos y destructivos.

Las estrategias recomendadas son las siguientes:

Si el perro lleva años recibiendo sobras en la mesa, eliminar la conducta puede requerir paciencia. Los expertos hacen especial hincapié en la importancia de ignorarle desde el primer momento. Por mucho que insista, si nunca recibe comida, la conducta desaparecerá. Ahora bien, en los casos más complicados, puede ser necesario que un educador canino diseñe un plan adaptado.

Riesgos de darle comida de la mesa

El aparato digestivo de los perros es diferente al nuestro y hay alimentos que pueden resultar tóxicos para ellos, como la cebolla y el ajo, que dañan los glóbulos rojos y pueden provocar anemia. Asimismo, el chocolate y el café contienen teobromina y cafeína, respectivamente, dos sustancias que afectan al sistema nervioso y cardíaco. Por otro lado, las uvas y pasas, incluso en pequeñas cantidades pueden provocar insuficiencia renal aguda. Aunque no todos los alimentos son tóxicos para los perros, muchos contienen sal, azúcar o grasas en cantidades nada recomendables para ellos.

Más allá de las intoxicaciones, los perros, al igual que las personas, pueden desarrollar obesidad cuando ingieren más energía de la que gastan. Un trozo de pan, un pedazo de queso o unas patatas fritas parecen poca cosa, pero sumados a lo largo de la semana representan un aporte calórico importante. La obesidad canina puede dar lugar a problemas de salud muy serios, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y trastornos metabólicos.

Uno de los efectos más visibles de enseñarle al perro a no pedir comida es la mejora en la dinámica del hogar. Cuando  aprende que la mesa no es un lugar donde recibir premios, puedes disfrutar de tus comidas con tranquilidad. La educación también repercute directamente en el estado emocional del animal. Al establecer rutinas claras, el perro entiende qué puede esperar y qué no durante la hora de la comida. Esto le evita frustraciones constantes y le ayuda a gestionar mejor la espera.

Un perro que pide comida lo hace porque ha aprendido que esa conducta le funciona. La solución está en ser pacientes, coherentes y constantes. Lejos de los castigos, la clave es ofrecer alternativas, como premios o enseñarle a relajarse en un espacio concreto. Con el tiempo, la comida en familia e convertirá en un momento de armonía donde todos (incluido el perro) disfrutan de un ambiente equilibrado y feliz.