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Éste es el tiempo exacto que tarda un perro en olvidar a su dueño

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Recientes investigaciones han revelado avances importantes en la comprensión de la memoria canina, desafiando viejas concepciones sobre la inteligencia de los perros. Estudios recientes, como el realizado por Gregory Berns en la Universidad Emory, han mostrado que los perros pueden procesar y almacenar recuerdos de manera más compleja de lo que se pensaba anteriormente. Berns sugiere que, al igual que los humanos, los perros tienen un hipocampo funcional, una parte del cerebro clave para la memoria episódica, lo que implica que pueden formar recuerdos duraderos.

Este descubrimiento proporciona una visión más profunda de cómo los perros recuerdan información y cómo estos recuerdos pueden influir en su comportamiento y en su relación con los humanos. La capacidad de los perros para almacenar y recordar información resalta la importancia de la memoria en su vida cotidiana y fortalece el vínculo especial que comparten con sus dueños. En esencia, estos avances subrayan que los perros no sólo viven en el presente, sino que también tienen una memoria que les permite recordar experiencias pasadas y relacionarlas con el presente.

El tiempo que tarda un perro en olvidar a su dueño

La separación temporal de nuestras mascotas a menudo genera tristeza y dudas sobre su capacidad para recordarnos. Aunque se cree que los perros únicamente recuerdan a corto plazo, investigaciones muestran que su memoria es más compleja de lo que e cree.

Según AniCura AB, los perros tienen una memoria tanto a corto como a largo plazo. Si bien la memoria a corto plazo es limitada y les impide retener eventos recientes, pueden tener recuerdos duraderos basados en asociaciones emocionales.

Los perros no son capaces de recordar detalles de lo que ocurrió hace pocos minutos, lo que hace que castigarles por comportamientos pasados sea ineficaz. En contraste, su memoria a largo plazo es muy compleja y sofisticada, permitiéndoles recordar a las personas durante toda su vida a través de asociaciones con emociones positivas, como jugar, comer o recibir cariño.

Además, su agudo sentido del olfato juega un papel crucial en su memoria. Los perros cuentan con aproximadamente 300 millones de receptores olfativos, frente a los 6 millones de los humanos, lo que les permite tener un sentido del olfato 40 veces más desarrollado. Este sentido les ayuda a reconocer a las personas y anticipar su llegada a casa.

Un estudio del neurocientífico Gregory Berns reveló que áreas específicas del cerebro de los perros se activan en respuesta a olores familiares, subrayando su capacidad para recordar mediante el olfato.

Así funciona la memoria de los perros

A pesar de la larga convivencia con los perros, memoria de estos animales continúa siendo un completo misterio. La capacidad de los perros para recordar varía considerablemente en función de la duración y el tipo de estímulo, lo que plantea preguntas sobre si tienen buena memoria o no.

Aunque los perros muestran habilidades para recordar a personas después de mucho tiempo sin verlas, pueden olvidar rápidamente objetos con los que jugaban hace unos pocos minutos. La memoria canina se diferencia de la humana, ya que ellos procesan recuerdos a través de sensaciones más que de narrativas lógicas.

Los perros tienen dos tipos de memoria: a corto y a largo plazo. La memoria a corto plazo les permite retener información durante unos segundos o minutos, por lo que no recuerdan eventos recientes como, por ejemplo, haber mordido el sofá. Esta falta de recuerdo inmediato hace que regañarles por comportamientos pasados no tenga ningún efecto en ellos, ya que no conectan el castigo con el acto cometido.

En cambio, la memoria a largo plazo de los perros es más duradera y compleja, aunque funciona de manera distinta a la de los humanos. Ellos recuerdan mediante asociaciones sensoriales, como olores, sonidos y voces, y pueden retener estas memorias durante toda su vida.

Por ejemplo, pueden reconocer a una persona o un lugar asociado a experiencias positivas. Sin embargo, no reconocen imágenes o fotografías, ya que no pueden relacionar un trozo de papel con un recuerdo real.

Esta capacidad de recordar a través de sensaciones facilita el adiestramiento canino, que se basa en el refuerzo positivo: asociar comandos o señales con recompensas. Algunas razas, como los border collies, son especialmente aptas para el adiestramiento debido a su capacidad para recordar y aprender rápidamente.

Los perros también utilizan su memoria sensorial para realizar tareas específicas, como en los perros de rescate que localizan personas mediante objetos impregnados con su olor, o en los perros de asistencia médica que detectan enfermedades.

Además, las diferencias en la confianza entre la memoria canina y las instrucciones humanas pueden surgir en situaciones cotidianas, como cuando se altera la ruta habitual de un paseo. En estos casos, los perros pueden mostrar una mayor fidelidad a sus memorias sensoriales en lugar de a las instrucciones humanas, lo que refleja de que manera la memoria y la confianza pueden chocar en el entrenamiento.