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El caballo, ¿mejor en establo que al aire libre?

El establo es un espacio importante para la vida doméstica del caballo. Aquí te contamos algunas pautas básicas a tener en cuenta.

Hay quienes consideran que es el caballo y no el perro quien debe ocupar el sitio como ‘mejor amigo del hombre’. Comparaciones aparte, cierto es que los caballos han ocupado un lugar importante en el desarrollo de las civilizaciones humanas. Medio de transporte, herramienta de trabajo – su función en la agricultura sigue siendo clave en muchas regiones – y hasta auxiliar terapeuta. Además de compañero fiel e incondicional, siempre presente cuando más se le necesita. Capaz incluso de sacrificar su vida para proteger a sus dueños.

Se trata de un animal que lejos del mundo salvaje debe tener garantizadas todas sus necesidades básicas. Un aspecto que va mucho más allá de agua y comida. Su adopción implica un nivel de compromiso y responsabilidad acorde con sus dimensiones.

Un cobertizo o a la intemperie. ¿Cuál es la mejor opción?

El escenario ideal para el caballo que hace vida junto con seres humanos es disponer de ambas opciones. Un espacio a cielo abierto para moverse con (cierta) libertad. Mucho pasto y varios metros que le permitan cabalgar a toda velocidad siempre que se le antoje.

Lo anterior combinado con un establo amplio y cómodo. Donde además pueda descansar sin problemas. Más importante aún, que permanezca a resguardo de las eventuales inclemencias climatológicas. Aunque hay que recordar que, cuando viven en estado salvaje, son capaces de soportar las condiciones más extremas. También es cierto que cuando lo consideran oportuno, buscan refugio. Por lo que proporcionar un área techada que haga las veces de cueva siempre será necesario.

Protegidos y en forma

Un establo también es un recurso fundamental para proteger a los equinos de los posibles depredadores. Incluso en algunas regiones, la seguridad que ofrecen estos refugios también incluye evitar robos. Después de todo, esta práctica (la de robar caballos) aún hoy sigue vigente en buena parte del planeta.

Pero mantener a los caballos siempre encerrados bajo un cobertizo tiene sus riesgos. La falta de movilidad puede derivar en sobrepeso. Un problema que a su vez da pie a afecciones que ponen en riesgo la vida del animal. Así mismo, es posible que sufran de aburrimiento y desarrollen cuadros depresivos

El caballo: cuidados básicos

Una norma básica que todo cuidador tiene que cumplir: el caballo debe tener agua fresca siempre a su disposición. El área para pastar y correr tiene que estar bien cercada, lo implica que periódicamente hay que revisar el perímetro para garantizar que todo esté en orden. Y apenas se detecte alguna anomalía, corregirla en el acto.

Así mismo, el establo tiene que limpiarse diariamente. Los equinos son particularmente sensibles a los hongos que se forman en espacios húmedos y sucios.