Crisis del coronavirus

Sánchez no ha logrado contener la crisis del coronavirus tras gastar 580 millones en material sanitario

Illa Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al ministro de Sanidad Salvador Illa.
  • M.A. Ruiz Coll y Alejandro Entrambasaguas

El Ministerio de Sanidad, que dirige el socialista Salvador Illa, ha gastado en apenas un mes más de 581 millones de euros en la compra de material sanitario (mascarillas, guantes de nitrilo, gel, batas desechables, test y respiradores) para intentar contener la pandemia del coronavirus.

Este desembolso millonario de dinero público no ha impedido que España supere ya los 33.000 muertos por coronavirus (una cifra muy superior a la que reconoce oficialmente Sanidad) y encabece el ranking mundial de países con mayor número de muertos por millón de habitantes.

Los 46 contratos públicos adjudicados en el último mes por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), que depende del Ministerio de Sanidad, demuestran que el Gobierno de Pedro Sánchez actuó demasiado tarde para contener la expansión de la epidemia.

Y en más de una ocasión se dejó engañar al gastar millones de euros en la compra de material defectuoso a empresas poco fiables, como los 659.000 test rápidos adquiridos a través de la firma catalana Interpharma que ha habido que devolver dos veces a China.

La documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO demuestra que el Gobierno no realizó las primeras compras de material sanitario de cierta envergadura hasta el 19 de marzo (una semana después de la declaración del estado de alarma), cuando España ya tenía 833 muertos por coronavirus. Demasiado tarde para frenar la pandemia y garantizar el abastecimiento de los hospitales españoles.

En esa fecha, el Ministerio de Sanidad compró 50.000 test PCR a la firma de Barcelona Roche Diagnostics por 453.750 euros y un millón de unidades de gel desinfectante a la compañía Mixer & Pack SL, con sede en Madrid, por 1.908.323 euros.

Con anterioridad, el departamento que dirige Salvador Illa se había limitado a realizar pequeñas compras de material de protección: el 10 de marzo (justo dos días después de la manifestación feminista del 8M en la que resultaron infectadas varias ministras) compró una partida de guantes de nitrilo y batas por 2.725 euros, otra de 316.000 mascarillas quirúrgicas de baja protección por 8.523 euros y otra, por 85.860 euros, de 316.000 mascarillas de tipo FFP2 y FFP3, que sí garantizan una mayor protección al usuario.

La operación de mayor cuantía ha sido la compra, aprobada el 28 de marzo, de 52 millones de mascarillas FFP2 a la compañía china HongKong Travis Asia Limited. El contrato se cerró a un precio de 2,9 dólares por mascarilla. El Gobierno ha decidido ahora que las farmacias españolas no pueden vender mascarillas a un precio superior a los 96 céntimos, lo que ya ha comenzado a provocar problemas de desabastecimiento que retrasarán la vuelta a la normalidad tras el confinamiento.

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Los 46 contratos de compra de material hechos públicos por el Ministerio de Sanidad.

Le sigue en importancia un contrato de 67,7 millones de euros, adjudicado el pasado 26 de marzo a otra firma china, Hong Jin Medical Science and Tecnology Service Ltd, para que suministre 103 millones de mascarillas quirúrgicas y 100 millones de guantes de nitrilo.

Otra firma del gigante asiático, Hangzhou Ruining Trading, obtuvo el 28 de marzo un contrato de 41,6 millones de euros para suministrar al Ministerio de Sanidad tres millones de monos desechables. El Ministerio le ha pagado un anticipo de 12,2 millones de dólares antes de que el material llegue a España.

El departamento que dirige Salvador Illa acordó el 26 de marzo pagar 38,9 millones de euros a la compañía China National Instruments Import & Export Group Corporation por 2,5 millones de batas desechables para el material sanitario.

Otra empresa del mismo país, Weihai Textile Group Import & Sport Co. LTD., se ha llevado otro contrato de 11 millones de euros, adjudicado el 17 de marzo, para suministrar medio millón de batas desechables.

Le siguen en importancia los contratos para la compra de respiradores, que también se han convertido en un material escaso en buena parte de los hospitales españoles durante esta crisis sanitaria. La empresa de Alcalá de Henares (Madrid) Escribano Mechanical and Engineering SL, dedicada a la fabricación de componentes electrónicos para el ejército, se ha llevado un contrato de 36 millones para fabricar 5.000 respiradores portátiles.

Una empresa con sede en Granada constituida hace apenas un año que se dedica a vender productos de parafarmacia, Tec Pharma Europe SL, ha obtenido otro contrato de Sanidad de 9,9 millones de euros para suministrar 200 respiradores.

La empresa Gentinge Group Spain SLU, con sede en Madrid, aportará otros 174 respiradores por 4,2 millones de euros: cada equipo sale a 14.000 euros, según el contrato adjudicado el 30 de marzo. Por su parte, la firma china SysMed Co., LTD. suministrará otro millar de respiradores portátiles por algo más de un millón de euros. Todas estas operaciones se han aprobado por el procedimiento de urgencia (y por tanto, sin la obligación de solicitar distintas ofertas), apelando a la «inaplazable necesidad» de hacer frente a la pandemia.

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