Investigación
LA LIGA

La Liga de Tebas cobró de un grupo iraní vinculado a terroristas por EEUU a través de un banco de Dubái

  • Francisco Rabadán/ Luis Miguel Montero

La Liga dirigida por Javier Tebas cobró 380.000 euros provenientes de MTN Irancell, una empresa de capital mayoritario iraní, a través de una cuenta bancaria en Dubái. Para evitar las sanciones económicas al régimen de Irán por parte de Estados Unidos La Liga  se valió de una filial con sede bancaria en Dubái, «Liga Nacional de Fútbol Profesional FZE», para poder embolsarse el dinero de una empresa que se encuentra en el punto de mira del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y de la OTAN por sus vinculaciones con el régimen de los ayatolás.

La organización liderada por Javier Tebas firmó un contrato de esponsorización de 2017 a 2020 con la tecnológica iraní MTN Irancell por valor de 770.000 euros. Dicho contrato fue creciendo exponencialmente de su suma inicial de 130.000 euros, a 260.000 y finalmente 380.000 euros, que se cobraron a través de una sociedad radicada en Emiratos Árabes Unidos.

Tanto la OTAN como el Departamento del Tesoro vinculan en sus informes a Irancell (que tiene un acuerdo societario con la sudafricana MTN) con el grupo terrorista CGRI (Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica), más conocidos como ‘la policía moral de los Ayatolás’. Además, esta organización y sus dirigentes figuran en la lista de terroristas perseguidos por Estados Unidos, Bahrein o Arabia Saudí.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos investiga desde hace años los movimientos de Irancell, al sospechar que es una de las empresas usadas por el Estado iraní para adquirir bienes en el extranjero y sortear el bloqueo económico de Estados Unidos. La administración norteamericana busca evitar así que se sufrague con dinero de Occidente a organizaciones con fines oscuros como la compra de armas o futuros atentados terroristas.

El hecho es que entre 2017 y 2020, la Liga vio crecer su cooperación con el régimen iraní exponencialmente tras cobrar 130.000, 260.000 y 380.000 euros respectivamente por esos acuerdos, cuya última renovación se produjo para la temporada 2019-2020, en concreto el 1 de agosto de 2019. Esas transacciones escaparon a la vigilancia de Estados Unidos, que prohibió, bajo apercibimiento de importantes sanciones, transacciones económicas no justificadas con empresas iraníes. De hecho, en junio de 2020 el Departamento del Tesoro norteamericano puso a Irancell en la lista de empresas con las que no se podía firmar acuerdos comerciales.

El contrato inicial se firmó en Madrid el 12 de diciembre de 2017. Por parte española lo firmaron Javier Gómez Molina, director general corporativo de La Liga, y Adolfo Bara Negro, director de Ventas y Marketing de la misma organización. El documento reconocía a Irancell Telecommunications Services Irancell (PJSC) como socio regional. A cambio la Liga se convertía en proveedor de contenidos de fútbol para este operador.

El compromiso alcanzado en diciembre de 2017 fue renovado y firmado en 2019 por parte iraní por nueve personas, a la cabeza con Alireza Ghalambor Dezfouli, ya jubilado. Por su parte, la Liga envió en octubre de 2019 una carta firmada ratificando el acuerdo con el número de cuenta y a través de la filial «Liga Nacional de Fútbol Profesional FZE» se cobró de la compañía iraní.

Esa renovación para la temporada 2019-2020 suscrita por Óscar Mayo Pardo, director general ejecutivo de la compañía que lidera Javier Tebas, fue pactada el 30 de agosto de 2019. En esta temporada, los 380.000 € se cobraron en tres partes, la primera de 190.000 euros a la firma del acuerdo y las otras dos repartidas en 95.000 € cada una, la primera antes del 30 de enero de 2020 y la segunda antes del 30 de abril del mismo año.

El 29 de octubre de 2019, la Liga enviaba por carta los datos a Irancell Telecommunications Services para cobrar. Uno de los cheques a la cuenta de La Liga en Dubái emitido por el Arab African International Bank fue por 491,833 dirhams, al cambio actual unos 125.460 euros.

El cheque a nombre de La Liga.

Unos días antes, en concreto el 16 de septiembre de 2019, el propio Óscar Mayo Pardo, mano derecha de Tebas en la Liga, mandaba una carta a Bijan Abbasi Arand, entonces ya CEO de la compañía tras la jubilación de Alireza Ghalambor.

El dirigente agradecía por carta la visita de varios miembros del grupo MTN-Irancell a Madrid: «Significa mucho para mí tener la oportunidad de hablar con usted sobre nuestra colaboración y también de saber más sobre los planes para el año que viene que podemos llevar a cabo en Irán y España». Después, Mayo le instó a realizar una videollamada entre la señora Shadan and Bagher y «nuestro departamento relacionado».

Esa videollamada versaría sobre «explorar la posibilidad de integrar la App de La Liga en aplicaciones locales como Charkhonek Store (…). Organizar un torneo de fútbol La Liga-MTN (…)» y «comenzar el proceso de negociaciones para una Academia de La Liga en Teherán». Mayo se despide con «una vez más fue maravilloso conocerle en nuestra sede y espero volver a verle pronto».

Guardia Revolucionaria

La conocida como Guardia Revolucionaria tiene como objetivo proteger el sistema político dictatorial y opresivo impuesto en la República Islámica desde 1979. Se calcula que esta Policía moral la componen unos 100.000 efectivos y que los derechos humanos y de las mujeres no son respetados íntegramente. Aquellas palabras de Tebas asegurando que «nosotros no podemos ir a países que no respetan los derechos de las mujeres», en referencia a la Supercopa de Arabia Saudí, quedaron como papel mojado tras la revelación de estos acuerdos. En la presentación de aquel acuerdo en 2017 se pudo ver al controvertido ex comandante del CGRI (Guardianes de la Revolución), Mostafa Ajorlu. Este militar, que también es dueño del club iraní Esteghal FC, controló el norte del país con mano de hierro en una zona altamente conflictiva.

La presencia de este tipo de dirigentes en los actos públicos pone de manifiesto tanto para la OTAN como para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos los vínculos existentes entre MTN Irancell y el CGRI como una entidad entregada a la causa. De hecho, no es la única empresa estatal que se vincula a CGRI, quien a través de un consorcio posee potentes intereses en los sectores que sostienen la economía local del país y sus dirigentes.

La Liga lo sabía

En el país persa Irancell (51%) forma un conglomerado con el grupo sudafricano MTN Group (49%) presentándose bajo la marca MTN-Irancell. El acuerdo firmado por La Liga con esta empresa iraní en 2017 recogía que aportaría resúmenes de los partidos en España y eventos para promocionarse en Irán, además de ceder el uso de su marca a la operadora iraní.

En la cláusula 10 de ese contrato, la Liga declara reconocer que «tienen conocimiento de las sanciones vigentes impuestas a la República Islámica de Irán en la fecha de este acuerdo por organizaciones internacionales y diferentes gobiernos que no serán considerados como un asunto de fuerza mayor», pero aclara que «en cualquier caso, cualquier cambio en las circunstancias de las sanciones impuestas a Irán que puedan provocar un impacto adverso en la reputación de la Liga serán considerados un asunto de fuerza mayor y la Liga podrá dar por terminado este acuerdo, en concordancia con la cláusula 15».

Semanas después de la firma de este acuerdo inicial, Teherán viviría unas jornadas de máxima violencia que terminaron con decenas de muertos y miles de detenciones por protestas contra el ayatolá Jamenei al que sostienen organizaciones como CGRI desde 1989.

La Liga, lejos de dar por concluido un acuerdo que ponía en duda su reputación, lo alargó y mejoró durante 2018 y 2019. De hecho, la noticia del acuerdo primigenio no fue publicitada por medios españoles y sólo se hicieron eco un par de webs especializadas en deporte y economía internacionales como Financial TribuneInside World Football.