Investigación
EXCLUSIVA MUNDIAL / PRIMERA ENTREVISTA EN FORMATO TV (1ª PARTE)

Corinna: «La donación de 65 millones fue un testamento meditado y ejecutado en vida que le llevó un año preparar»

–Manuel Cerdán: La realidad es que Don Juan Carlos sí que le entregó a usted, le donó 65 millones de euros. ¿Por qué le entregó esa cantidad de dinero?

–Corinna Sayn Wittgenstein: Cuando estuvo enfermo en 2011, y estuvo realmente mal, empezó a hablarme de su última voluntad, de su testamento. Quería dejar ciertas cosas a mi hijo, así es como empezó la conversación. Pero no eran sólo cosas monetarias; eran también cosas sentimentales para él, como su colección de armas. Otras cosas que significaban algo para él. Después en otra conversación dijo que le preocupaba que su familia no respetara sus deseos si lo dejaba en un testamento normal. Estaba convencido de que lo ignorarían y que ninguna de las cosas que quería transferir se transferirían. También habló abiertamente sobre Marta Gayá, que deseaba asegurar su futuro…

Y Corinna explica la obsesión del entonces Rey por dejar todo cerrado y bien sellado. Juan Carlos no se fiaba de los suyos y que pretendieran en un futuro revertir esa donación.

–Corinna: Esto está bien documentado también en el proceso judicial. Cómo había cuidado de ella financieramente durante su relación [en alusión a Marta Gayá], y en qué medida había cuidado de su propia familia a lo largo de su vida. Así que quería hacer una contribución, hacernos un regalo. Nunca entendí ni nunca hablé de cuánto. Tiene que entender que yo nunca pedí nada. Fue puramente deseo suyo. Y no puedes discutirle a un hombre lo que quiere regalar. Recibí esa gran cantidad de dinero. Era un regalo increíblemente generoso. Me sorprendió muchísimo. Sé ahora por los documentos del proceso judicial que ya en 2011 estaba dando instrucciones sobre donaciones para mí y otras para Alexander. Y pocos días después se transfirió la primera donación a Marta Gayá. Nuestra donación tardó más porque el Rey se tomó tiempo para documentarla con la mayor atención. Tuvo que emplear notarías en España para asegurarse de que los derechos de sucesión de sus herederos se tenían en cuenta, para que la familia no pudiera después cuestionar esta donación. Todas estas investigaciones produjeron un contrato de donación muy bien documentado en el que incluso se especificaba que, si yo fallecía antes que él, todo debía pasar al patrimonio de mis hijos. Así que no sacó dinero de una cuenta bancaria. Fue un testamento plenamente meditado y ejecutado en vida que le llevó un año preparar. De ello sólo puedo deducir que fue serio y que lo pensó con la mayor atención. Pero lo que pensó tendrá que preguntárselo a él.

La empresaria Marta Gayá en una foto reciente. (Foto: Gtres)

–Eduardo Inda: Sí, pero le hizo un regalo de 65 millones. Debía de tener mil o dos mil millones de euros…

–Corinna: Ahí es donde volvemos a las estimaciones del New York Times y de Forbes, que se situaban entre 1.400 y 2.300 millones. Con eso, esa suma ya no parece tan grande dentro de lo que es su patrimonio neto total.

–E. Inda: ¿Cree que el New York Times y Forbes son realistas?

–Corinna: El New York Times y Forbes gozan de respeto en los círculos financieros internacionales en cuanto a sus estimaciones sobre el resto de la gente, así que me sorprendería que estuvieran tan desencaminados con el Rey Juan Carlos.

–E. Inda: ¿El regalo de 65 millones no fue consecuencia de negocios que hicieron juntos?

–Corinna: No. Los 65 millones fueron un regalo que recibió del difunto rey Abdullah de Arabia Saudí en 2008. Es bien sabido que las familias reales española y saudí mantienen una amistad muy estrecha que se remonta a los 70, cuando ya el rey Fahd donó cien millones, que debió de ser una cantidad fabulosa por entonces, para que el Rey formara su gobierno y pusiera en marcha su constitución. A lo largo de los años los reyes saudíes le han hecho donaciones muy generosas. Y no puedes acusar a un rey saudí de corrupción cuando hace un regalo. Son muy generosos y es conocido que lo son. Así que este regalo no es fruto de corrupción alguna. Fue un regalo que el difunto rey Abdullah le hizo al Rey Juan Carlos. Si se refiere al contrato para el AVE, la cronología no encaja para nada, porque el consorcio del AVE no existía en 2008. Creo que los fiscales españoles están investigando esto muy bien y han llegado a la conclusión de que el consorcio inició el proceso en 2009. En 2010 empresas españolas contrataron a dos intermediarios saudíes, o más bien fue sólo uno en 2010, un destacado miembro de la familia real, y en 2011 a Shapari Zanganeh en dos ocasiones. Así que el regalo de 2008 y el contrato del AVE de 2011 no tienen nada que ver el uno con el otro.

Kashogui y Zanganeh.

Corinna, por primera vez, explica de manera pormenorizada la donación de los 65 millones de Juan Carlos y aporta datos que desvinculan esa cantidad de las comisiones del proyecto del AVE a La Meca. En esa operación millonaria aparece la viuda del traficante de armas Adnan Khashoggi, la iraní Shahpari Zanganeh. La donación se produjo mucho antes de que se firmara el contrato de la adjudicación de las obras en 2011, con más de dos años de diferencia.