Cartas Bomba

Cárcel para el jubilado de las ‘cartas bomba’ porque «puede recibir ayuda de los rusos para fugarse»

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  • ÁNGEL MOYA/ LUIS MIGUEL MONTERO

El juez manda a la cárcel al jubilado de las ‘cartas bomba’ porque cree que «puede recibir ayuda de ciudadanos rusos para fugarse». Además de una larga lista de indicios recabados en su contra por la Policía y de la gravedad de los delitos a los que se enfrenta, seis delitos de terrorismo, el titular del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional valora que el detenido podría recibir ayuda para fugarse. En concreto, el juez argumenta que el arrestado usa aplicaciones rusas de mensajería instantánea y correos electrónicos cifrados de extremo a extremo, lo que unido a «la transcendencia de sus violentas acciones como medio de propaganda de la ocupación rusa en Ucrania, pudieran facilitar su huida a territorio ruso, recibiendo al efecto ayuda de ciudadanos de dicho país». De hecho el juez destaca su actividad en la red Vk, el conocido como facebook ruso, como una prueba de que conocía a rusos que hubieran podido ayudarle en una hipotética fuga.

Tanto el juez como la Policía valoran que de momento no se han hallado indicios de que el investigado pertenezca o  colabore con banda o grupo organizado terrorista alguno. Sin embargo, los hechos que se le imputan como son el envío de seis sobres con cajas conteniendo sustancias explosivas en tres días diferentes, el contexto en el que se producen (guerra de Ucrania) y los destinatarios de los artefactos, empresas, embajadas y miembros del Gobierno,  evidencian que su intención era alterar gravemente la paz pública, transmitiendo que se trataban de acciones perpetradas por personas vinculadas a Rusia en represalia de España y Estados Unidos por su apoyo a Ucrania ante la ocupación rusa.

Algo que la investigación corroboraría tras hallar conexiones del supuesto autor de las cartas bomba con las páginas webs del portal ruso de noticias Russiatoday.com, www.armas.es, www.química.es, o sputniknews.com.

Todo esto se suma a la larga lista de indicios que los policías han reunido para llegar hasta el presunto autor en su vivienda de Miranda de Ebro. En total una enumeración de diez indicios relevantes como son los sobres de cartón, la Policía elaboró la trazabilidad de los sobres en sentido inverso y averiguó que se habían depositado en buzones de Burgos, donde también se compraron los sellos. Igualmente, los agentes dieron con la tienda en internet donde se compraron los sobres, averiguando por tanto la dirección de internet e identidad de quien los había comprado.

La Policía también averiguó que Pompeyo, tal y como adelantó OKDIARIO había comprado nitrato potásico y otros elementos para confeccionar los artefactos explosivos en el portal Amazon. También han confirmado que el acusado compró las pegatinas blancas adhesivas donde figuraba la dirección de los destinatarios de los sobres, además de brocas y plantillas para dibujar los números y el abecedario para escribir las direcciones de envío de los sobres bomba ocultando así su escritura por si los agentes la analizaban.

Hasta Pompeyo también llevó el análisis de las consultas desde sus dispositivos electrónicos en las direcciones web de los organismos a los que se remitieron los sobres con sustancias explosivas.

Finalmente, el ADN de los sellos coincide con el del presunto autor que los policías recogieron de una bolsa de basura que dejó en un contenedor mientras lo sometían a vigilancia desde hace semanas.  En el registro posterior de su domicilio se intervinieron  entre otros, cilindros y material similar al que se utilizó para confeccionar las bombas.

Por todo esto, el juez accede a la petición de la Fiscalía, rechaza la petición de la defensa, y envía a prisión provisional al «unabomber» español, un jubilado de 74 años, comunista convencido, que se ha negado a declarar desde el día de su detención, retando a los policías con la frase «No vais a encontrar nada en mi contra».

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