Mediterráneo Oriental

Turquía anuncia que continuará con sus exploraciones en el Mediterráneo oriental y Atenas avisa de que no lo permitirá

Turquía Grecia
El buque turco de exploración sísmica Oruç Reis.

Turquía continuará con sus prospecciones en aguas en disputa con Grecia en el Mediterráneo oriental hasta el 12 de septiembre. En medio de la escalada de tensiones con Atenas por la jurisdicción en el Mediterráneo, Ankara prolongará por diez días más las exploraciones con el buque sísmico Oruç Reis, que desde hace varias semanas navega en la zona marítima entre Creta y Chipre, según informó el servicio de advertencias marítimas NAVTEX. La misión del Oruç Reis estaba programada para que finalizara este 1 de septiembre.

El anuncio ha provocado la respuesta airada de Grecia. Como respuesta a esta prolongación de la expedición, Grecia ha emitido un aviso a navegantes con la intención de invalidar el anuncio turco.  El Ministerio de Relaciones Exteriores de Grecia calificó la advertencia como ilegal e instó a Turquía a aliviar las tensiones y trabajar por la estabilidad en la región.

“Hacemos un llamamiento a Turquía para que se distancie de los engaños diarios en los que se involucra y trabaje por la seguridad y la estabilidad de la región”, recalcaba en su comunicado el Ministerio.

La idea de Recep Tayyip Erdogan de construir la “Patria Azul” se mantiene en la política exterior turca. Esta estrategia expansionista tiene como objetivo el control y consolidación de Ankara en los tres mares que lo rodean donde se encuentran aguas y recursos en el Mediterráneo oriental y el Egeo controlados por Grecia y otros países. Además, este plan prevé que varias islas griegas pasen a propiedad turca.  Las actividades de expansión se entroncan en un plan complejo que tiene al Mediterráneo, el mar Egeo, Siria y el mar Rojo como principales lugares para establecer así un mayor control en los mares circundantes al territorio turco.

Intervención de Bruselas

Las tensiones entre los dos miembros de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) han preocupado a Bruselas. La Unión Europea ha respaldado la postura de Atenas y está sopesando sanciones contra Turquía, pero han sido varias las llamadas al entendimiento mutuo que ha hecho Bruselas para las dos partes del conflicto. Dos son las posiciones en este conflicto: una más dura con Turquía, entre las que están Francia, Grecia y Chipre, y una línea más conciliadora donde se encuentran Alemania, Italia y España. El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, visitó Grecia y Turquía la semana pasada para instar al diálogo y advirtió a ambos Gobiernos contra un incremento en la escalada militar. Berlín, quien tiene la presidencia de la Unión Europea, está tomando la iniciativa en esta crisis en el Mediterráneo

A finales de este mes está previsto el Consejo Europeo donde podrán tomarse estas medidas sancionadoras.

El origen de las nuevas disputas

A finales de 2019, Turquía firmó un acuerdo con Libia que le otorgaba el control del territorio marítimo libio y establecía una especie de “corredor” marítimo en el Mediterráneo oriental. El control del territorio permitía a Ankara controlar el movimiento de embarcaciones en los depósitos de gas natural. Hace diez años esta zona fue descubierta rica en gas natural y han sido varios los países que han hecho valer sus derechos sobre la zona. La firma entre Ankara y Trípoli provocó el enfado de Grecia, y Naciones Unidas tampoco aprobó este acuerdo. Como respuesta a este pacto, Grecia ratificó un acuerdo sobre fronteras marítimas con Egipto.

Es entonces cuando Erdogan envió barcos de exploración y perforación, y, como respuesta, Grecia dijo que defendería su territorio. El lugar de operaciones del barco turco se encuentra en un sector marítimo reclamado como zona económica exclusiva (ZEE) por Atenas. La respuesta turca fue sobrevolar las islas griegas con aviones de combates y poner buques de guerra en el área.  Cabe recordar que Turquía no es signataria de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, por lo que no tiene en cuenta las ZEE reclamadas por Grecia y Chipre.

La escalada militar no acabo ahí y una fragata griega chocó con una turca que acompañan al Oruç Reis, lo que provocó la entrada en acción de Francia. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el refuerzo temporal de la presencia militar francesa en el Mediterráneo, con el envío de dos aviones caza Rafale y la fragata naval Lafayette.

La militarización de la zona se ha visto visible en la isla griega de Kastelorizo. El Gobierno turco ha acusado al griego de enviar tropas a la isla y, por tanto, violar el Tratado de Paris de 1947 que ambos países firmaron para decidir los términos de paz tras la Segunda Guerra Mundial. El desarme de esta isla estaba bajo las garantías del acuerdo de paz, por lo que Ankara ha anunciado que no va a permitir “estas provocaciones junto a nuestras costas”. Por su parte Atenas ha asegurado que los militares ya estaban desplegados en la pequeña isla y que los últimos movimientos solo se trataban de una rotación de tropas rutinaria.

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