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Tailandia

Tragedia en Tailandia: 22 niños mueren tras incendiarse un autobús escolar y el conductor se da a la fuga

El conductor del vehículo se escondió en casa de unas familiares antes de entregarse

Un autobús escolar ha sido consumido por las llamas este martes en Bangkok (Tailandia) después de sufrir un accidente cuando el conductor perdió el control del vehículo. Como consecuencia, 22 niños y 3 profesores han perdido la vida, mientras que el autobusero se dio a la fuga al ver las llamas.

El vehículo transportaba a 38 alumnos y 6 profesores del colegio Wat Khao Phraya, ubicado en la provincia de Uthai Thani, y se dirigía al norte de Bangkok, lugar donde ha ocurrido el siniestro. Sólo 19 personas han conseguido sobrevivir al accidente (16 estudiantes y otros 3 profesores).

Asimismo, el conductor del autobús, identificado como Samar, ya ha sido detenido por las autoridades tailandesas, debido a que se entregó el mismo día del suceso después de haberse escondido durante varias horas en casa de unos familiares. Se le imputan los siguientes delitos: conducción imprudente con resultado mortal y abandonar el lugar del accidente sin brindar ayuda.

Según han informado las autoridades del país, el detenido declaró que conducía a una velocidad de entre 70 u 80 kilómetros por hora cuando perdió el control del autobús al pasar por un bache, que a su vez provocó que se reventara una rueda y ocasionó un choque lateral que precedió al incendio. Al ver las llamas, el tailandés trató de pedir ayuda y cogió un extintor de otro vehículo, pero al verse superado por el accidente decidió huir.

Según los registros oficiales, este centro escolar alberga a estudiantes desde que empiezan la guardería hasta los 15 años, aunque, de momento, no se han facilitado las edades de los pasajeros afectados en el suceso ni las identidades de las víctimas.

Por su parte, Paetongtarn Shinawatra, la primera ministra de Tailandia, ha expresado sus condolencias a las familias afectadas a través de un mensaje en las redes sociales, asegurando que el gobierno cubrirá los «gastos médicos» de los supervivientes.