Internacional

PPE y Socialistas fuerzan el cambio de negociador para la norma que alude a Gibraltar como «colonia»

Los grupos del Partido Popular Europeo (PPE) y Socialistas y Demócratas (S&D) han forzado este lunes el cambio del negociador de la Eurocámara en la reforma del reglamento de visados para librar de esta exigencia a los británicos en caso de un Brexit sin acuerdo, el laborista británico Claude Moraes, al que España hace responsable del bloqueo de la negociación por no aceptar que la norma se refiera a Gibraltar como una "colonia" británica.

La decisión la han tomado los grupos en una reunión a puerta cerrada de los coordinadores de la comisión de Libertades, Justicia e Interior (LIBE), en la que ‘populares’ y ‘socialistas’ han votado a favor de apartar a Moraes, mientras que los Liberales (ALDE) se han abstenido y el resto de grupos han votado en contra de la medida, han informado fuentes conocedoras de la reunión.

Este giro se produce una semana después de que el propio presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, se reuniera en privado con Moraes y le sugiriera que los diputados británicos «no asuman responsabilidades» en las últimas semanas previas al Brexit, indicaron a Europa Press fuentes parlamentarias.

Moraes, que ha negado en todo momento las acusaciones de parcialidad y se ha escudado en que defiende un mandato negociador adoptado por unanimidad en la comisión LIBE, ha declinado estar presente en la reunión en la que se ha decidido su relevo.

Moraes será reemplazado ya este martes en la mesa de negociación, cuando Eurocámara y Consejo vuelvan a verse por sexta vez en busca de un acuerdo. Asumirá el papel de negociador europarlamentario el también socialista Sergei Stanishev, vicepresidente búlgaro de LIBE.

La reforma del reglamento de visados, cuyos cambios suelen dirimirse de manera casi «automática», lleva bloqueada desde hace meses, porque los negociadores de la Eurocámara no aceptan la redacción que acordaron los Veintiocho a instancias de España y que define Gibraltar como una «colonia».

Para el Gobierno español, ese rechazo tiene que ver con que el negociador del Parlamento es un británico. Varios eurodiputados españoles también han defendido ese argumento, aunque hasta ahora ningún otro eurodiputado de otra nacionalidad se había sumado en los debates públicos a estas posiciones.