Internacional

El padre de Leopoldo López denuncia un aumento de la violencia en Venezuela

Leopoldo López Gil, padre del dirigente opositor preso en Venezuela Leopoldo López, ha advertido este sábado sobre el aumento de la violencia social y política en su país, que se ha cobrado 30.000 víctimas mortales desde que el chavismo asumió el gobierno en 1999.

López Gil, que desde hace cuatro años reside en Madrid exiliado, ha calificado de «terrible» la situación económica, social y política de su país que se ha «agravado» durante la presidencia de Nicolás Maduro.

En declaraciones a los periodistas formuladas en Gijón momentos antes de participar en una conferencia sobre»los peligros del populismo» organizada por el PP de Asturias, López Gil ha pedido «la vuelta a la democracia en Venezuela».

El padre del dirigente en arresto domiciliario con una condena de 14 años de prisión ha destacado la «extrema pobreza», el alto índice de inflación, la falta de libertades y las violaciones a los derechos humanos como elementos característicos del «régimen populista» venezolano.

Ha asegurado que el índice de precios al consumo ha subido un 465 por ciento en los últimos dos meses, y que la moneda nacional, el bolívar, ha perdido 8 ceros desde que Hugo Chávez asumiera la presidencia el 2 de febrero de 1999.

López Gil ha dicho que la situación se agrava por la falta de alimentos y el clima de violencia que se vive en las ciudades y los pueblos.

Según ha explicado, en los últimos años se ha aumentado la violencia por delincuencia común y los asesinatos por razones políticas.

Ha añadido que organismos de derechos humanos cifran en 30.000 los crímenes cometidos por delincuentes comunes y grupos paramilitares desde el inicio de la llamada «Revolución Bolivariana».

El padre de Leopoldo López ha denunciado además que el régimen de Maduro ha impedido el ejercicio de la libertad de prensa al tener controlados los medios de comunicación.

López Gil ha indicado que los periódicos están obligados a comprar el papel para sus impresiones a un sindicato controlado por el Gobierno, lo que les condiciona sus líneas editoriales.