Internacional

La OTAN acuerda aportar 40.000 millones de euros para Ucrania en 2025

La OTAN ha acordado aportar un mínimo de 40.000 millones de euros para Ucrania en 2025. La medida ha sido propuesta por el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, que ha anunciado la creación de un nuevo mecanismo que tendrá el objetivo de coordinar el apoyo y entrenamiento militar para Ucrania. «A través de contribuciones proporcionales, los aliados pretenden proporcionar una financiación mínima de 40.000 millones de euros durante el próximo año y proporcionar niveles sostenibles de asistencia de seguridad para que Ucrania triunfe», han indicado los líderes de la OTAN en un comunicado, durante la Cumbre de la Alianza que se celebra estos días en Washington.

El objetivo de este desembolso económico es el de contribuir a la creación de una «fuerza capaz de derrotar» a Rusia y de «disuadir» a Putin de entrar en futuros conflictos con Ucrania. «Los jefes de Estado y de Gobierno reevaluarán las contribuciones de los aliados en futuras cumbres de la OTAN», informa el comunicado.

El dinero irá destinado a la adquisición de equipo militar, gastos de mantenimiento, logística y transporte, adiestramiento militar e inversiones en la infraestructura defensiva para Ucrania. Los líderes de la Alianza Atlántica también han señalado que apoyan «plenamente el derecho de Ucrania a elegir sus propios acuerdos de seguridad y decidir su propio futuro, libre de interferencia extranjeras». «El futuro de Ucrania está en la OTAN», afirma el comunicado, en respuesta también a las amenazas de Vladímir Putin, el presidente de Rusia, ante la posible entrada de Ucrania en la Alianza del Tratado del Atlántico Norte.

«Reafirmamos que estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones», han resaltado, en alusión al proceso de reformas basado en méritos que debe afrontar Ucrania para unirse a la OTAN. Con esto, la organización internacional reitera su apoyo a Kiev «en su camino hacia la plena integración» en la Alianza y en la región.

La OTAN también ha aprovechado para reafirmar su condena a Rusia por la invasión, hace ya más de dos años, de Ucrania. Un acto de guerra que «ha destrozado la paz y la estabilidad» en los países de Europa y de la Alianza y que amenaza «gravemente la seguridad mundial».

La Cumbre está marcada por la amenaza de los nuevos acercamientos de Putin con China, Corea del Norte e Irán para reforzarse ante las presiones de Occidente. «La asociación estratégica cada vez más profunda entre Rusia y la República Popular China y sus intentos de socavar y remodelar el orden internacional basado en normas, son motivo de profunda preocupación», han manifestado los líderes de la OTAN.

Para la Alianza, China supone un «desafío sistémico a la seguridad» por sus «ambiciones declaradas y políticas coercitivas» que desafían «los intereses, la seguridad y los valores de la OTAN». «China no puede hacer posible la guerra más grande en Europa en la historia reciente sin que esto afecte negativamente a sus intereses y su reputación», han sentenciado. Los miembros de la Alianza piden a China que «cese todo apoyo material y político al refuerzo bélico de Rusia», con el fin de respetar y defender «los propósitos y principios de la Carta de la ONU».

Corea del Norte e Irán son otros de los grandes aliados estratégicos de Putin que contribuyen a alimentar su economía de guerra con «apoyo militar directo» como municiones y drones. La OTAN ha señalado que esto supone otra amenaza para la seguridad de los aliados y «socava el régimen de no proliferación».

«Condenamos enérgicamente las exportaciones de proyectiles de artillería y misiles balísticos de Corea del Norte, que violan numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y observamos con gran preocupación la profundización de los vínculos entre Corea del Norte y Rusia», han agregado los líderes en su declaración

La OTAN, que celebra su 75 aniversario, ha puesto el foco en las «amenazas híbridas, cibernéticas, espaciales y de otro tipo», así como en las «actividades maliciosas de actores estatales y no estatales», con mención especial en este sentido a China. En esta línea, los aliados han comunicado que se establecerá un Centro Integrado de Ciberdefensa a fin de «mejorar la protección de la red, el conocimiento de la situación y la implementación del ciberespacio como dominio operativo en tiempos de paz, crisis y conflictos».

La Alianza también ha celebrado que más de dos tercios de los estados miembros  ya cumplen con el «compromiso de gastar al menos el 2% del PIB anual en defensa», aunque se reafirman en que, en muchos casos, «será necesario un gasto superior para remediar las deficiencias existentes».