Internacional

Oriente Medio pendiente de las nuevas políticas de Biden

Las sanciones a Irán y el conflicto palestino-israelí son los temas más controvertidos del legado de Trump en la zona.

Durante los cuatro años de Administración republicana, Donald Trump impulsó un nuevo paradigma en las relaciones internacionales con los países de Oriente Medio: mantenimiento de las sanciones a Irán, apoyo total al Estado de Israel, sustentado la normalización de países árabes con el país hebreo, o las amistados con regímenes autoritario pasando por alto los derechos humanos.

Muchos Gobiernos de la zona han mostrado sus sintonías con el ya, expresidente de los Estados Unidos: Egipto, Israel, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos.

Otros tantos, aplauden la salida de Trump y abrazan la llegada del demócrata Joe Biden.

Irán ya ha reaccionado a la victoria demócrata. Poco después de que los principales medios de comunicación estadounidenses informaran de la victoria de Biden, la cuenta de Twitter en inglés del líder supremo iraní Ali Khamenei volvió a publicar un segmento de un discurso pronunciado la semana pasada en el que calificó las elecciones estadounidenses como un «espectáculo».

«Este es un ejemplo de la cara fea de la democracia liberal en Estados Unidos», decía el tuit. «Independientemente del resultado, una cosa está absolutamente clara: el definitivo declive político, civil y moral del régimen de Estados Unidos».

Por su parte, el presidente Hassan Rohani, citado por medios locales dijo que la elección de Biden debería enmendar las políticas del presidente Donald Trump hacia la República Islámica. Dijo que la victoria de Biden es «una oportunidad para que el próximo gobierno de Estados Unidos compense los errores del pasado y vuelva al camino de adherirse a los compromisos internacionales con respecto a las reglas globales».

El ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, escribió en su cuenta de Twitter sus esperanzas de que la nueva Administración «acepte el multilateralismo, la cooperación y el respeto por la ley» y dijo, al despedirse, que el historial de Irán ha sido de «dignidad, interés y diplomacia responsable».

En 2015, Irán y las seis potencias mundiales: EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania, llegaron a un trascendental acuerdo nuclear conocido como ‘Plan Conjunto de Acción Comprehensiva (JCPOA, por sus siglas en inglés). El pacto contemplaba levantar las sanciones económicas contra Teherán a cambio de que este limitara su programa de energía atómica.

Sin embargo, en 2018 la llegada de Trump hizo que Washington se retirara del acuerdo y reimpusiera sanciones a Irán.

Ahora Irán, con el cambio en la Casa Blanca espera que se recupere la política pre-Trump y EEUU se alíe con los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y retire las sanciones.

Cambiar el curso del conflicto

Lo mismo esperan los palestinos con el conflicto palestino-israelí con la llegada del demócrata.

Aunque no se espera un cambio radical en las políticas hacia los palestinos, dada siempre la alianza entre Washington y Tel Aviv, sí se espera que Biden se aleje de las posturas más ultraortodoxas y conservadores del líder israelí Benjamin Netanyahu.

La llegada de Biden significará «un retorno al esquema estadounidense tradicional, a las viejas fórmulas», lo que podría provocar tensiones con la derecha israelí, consideraba esta semana la analista Sima Kadmon en el diario Yediot Ahronot.

Durante la Administración Trump, la relación con los palestinos se deterioró hasta el punto de que EEUU cerró la oficina de representación palestina en Washington y estos aseguraron que no reconocían ya a la Casa Blanca como principal mediador en el conflicto, como había sido históricamente.

El jefe del Buró Político del Movimiento Hamas, Ismail Haniyeh, dijo que el recién elegido presidente de Estados Unidos, Joe Biden, debería cambiar el curso del conflicto palestino-israelí y abandonar las políticas de Donald Triunfo.

Haniyeh dijo en un comunicado de prensa el sábado: “Las políticas injustas contra nuestro pueblo han convertido a Estados Unidos en un socio en la injusticia y la agresión, y han dañado el estado de estabilidad en la región y el mundo, e impidieron la capacidad estadounidense de ser un parte en la resolución de conflictos «.

El plan de paz regional impulsado por EEUU queda en el aire con el cambio en la Presidencia, pero tampoco se espera que Biden de marcha atrás a todas las medidas y, por ejemplo, se cree que podría seguir la estela de la anterior Administración en el impulso de los acuerdos de normalización con Israel, que bajo Trump firmaron Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán, y que el demócrata podría tratar de extender a otros países árabes.