Internacional
Los afganos podrán extraer un máximo de 200 dólares semanales

La mayoría de bancos de Afganistán permanecen cerrados a pesar de la orden talibán de abrirlos

Cientos de personas han salido este sábado a las calles de Kabul para protestar contra el cierre de los bancos y los mercados de cambios de divisa que lleva en vigor en la capital de Afganistán por orden de los talibanes desde hace 15 días, tras su conquista del país.

La capital atraviesa un momento crítico de liquidez. En una de sus primeras decisiones tras su entrada en la capital, los talibanes ordenaron el cierre de las instituciones bancarias y de estos puntos de intercambio para evitar el desplome de la moneda afgana y la fuga masiva de capitales.

Aunque los talibanes ordenaron que este mismo sábado tenían que reabrir algunos bancos de la capital, los ciudadanos todavía aguardan impacientes para poder sacar su dinero, según testigos del medio afgano Jaama Press. Incluso países potencialmente aliados como China se han quejado ante la imposibilidad de sacar sus inversiones del país.

Además, hay que recordar que muchos empleados se han negado a ir a trabajar por la inseguridad reinante en la capital, escenario esta semana de una masacre perpetrada por Estado Islámico que costó la vida a 170 personas en el aeropuerto de Kabul.

Los dueños de los bancos privados se han negado a operar hasta que no reciban orden del Banco Central de Afganistán (DAB) ante el peligro que podría suponer un desvío de futuras políticas monetarias. En este sentido, el DAB ha emitido este domingo una carta a los bancos en la que les insta a abrir sus puertas pero ha limitado la cantidad de dinero a extraer a 200 dólares semanales. La institución ha explicado que esta cantidad tiene carácter temporal, para que la gente pueda atender sus necesidades diarias y evitar la retirada masiva de dinero, recoge la cadena BBC.

Una semana para entregar material oficial

Los talibanes han dado a la población de Kabul una semana para que entreguen al movimiento cualquier tipo de material perteneciente al antiguo gobierno afgano, armas incluidas, según ha manifestado el portavoz y actual «ministro de Cultura» del régimen, Zabibulá Muyahid.

La decisión es un paso más de los talibanes en su intento de consolidar su control en la capital afgana cuando están a punto de cumplirse dos semanas de su reconquista del país. Ahora mismo, la red Haqqani, un grupo muy estrechamente relacionado con el movimiento, se encuentra al frente de los controles en la ciudad.

No obstante, la situación de seguridad dista mucho de estar controlada. Prueba de ello fue el atentado perpetrado el jueves por la filial afgana de Estado Islámico (Estado Islámico – Provincia de Jorasán) durante las evacuaciones de Kabul, que costó la vida a 170 personas. El portavoz talibán ha intentado apaciguar a la población al asegurar, en declaraciones recogidas por Jaama Press, un trato «legal» a cualquier persona que incumpla este ultimátum para entregar el material de las antiguas autoridades.