Internacional

Irán, el gran enemigo de Israel, anuncia que «comenzará» a negociar un nuevo pacto nuclear con EEUU

Irán y EEUU han terminado su segunda ronda de conversaciones nucleares con señales de avance, pero con gran cautela por parte de ambos equipos. Irán, el gran enemigo de Israel, ha anunciado que «comenzará» a negociar un nuevo pacto nuclear con Washington.

La segunda ronda de negociaciones entre Irán y EEUU sobre el avance acelerado del programa nuclear iraní concluyó este sábado en Roma, tras varias horas de conversaciones que, según ambas partes, han dejado un resultado «positivo».

La confirmación del diálogo —y de cierto progreso— ha sido en sí misma un avance significativo, pese a la opacidad habitual que rodea a este tipo de encuentros. No ha habido declaraciones oficiales inmediatas por parte del gobierno estadounidense. El equipo diplomático ha abandonado la sede de la Embajada de Omán en el exclusivo barrio romano de Camilluccia poco después de que la televisión estatal iraní anunciara el cierre de la jornada.

El enviado especial de EEUU, Steve Witkoff, y el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, han encabezado las delegaciones de sus respectivos países. Ambos han abandonado la sede con minutos de diferencia. Es un gesto que, aunque diplomático, denota sincronía en la narrativa.

Los detalles del contenido de la reunión son escasos. Irán ha mantenido el ritmo de la ampliación de su capacidad nuclear a una velocidad que preocupa a Occidente. Mientras, Estados Unidos intenta frenar ese avance sin recurrir a una nueva escalada militar o a un endurecimiento del aislamiento internacional. El regreso a un marco de entendimiento, aunque aún preliminar, sugiere que ambas partes podrían estar explorando una vía pragmática ante la falta de alternativas viables.

¿Qué le ha pedido EEUU a Irán?

Estados Unidos ha planteado el desmantelamiento del programa nuclear iraní, además de la cuestión de los misiles y el apoyo a sus aliados en la región. Donald Trump ha continuado con las advertencias contra el país persa si no alcanzan un acuerdo, como hizo el jueves al afirmar que no ha descartado un plan de Israel de destruir las instalaciones nucleares de Irán. Tras su regreso a la Casa Blanca, el republicano ha reanudado su política de “máxima presión” contra Irán con al menos seis rondas de sanciones para detener la venta de petróleo iraní. El estadounidense abandonó durante su primer mandato el pacto nuclear de 2015, firmado entre Irán y seis potencias occidentales y que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones.

Roma, discreta pero simbólica, se consolida como sede neutral para unas conversaciones que podrían marcar el inicio de un nuevo ciclo de acercamiento, o simplemente representar una pausa táctica en un enfrentamiento prolongado. Por ahora, el tono optimista —aunque medido— parece ser el primer paso hacia un diálogo más estructurado.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Omán ha confirmado las próximas conversaciones en la capital de Omán, Mascate, diciendo en un comunicado que «tienen como objetivo sellar un acuerdo justo, duradero y vinculante que garantizará que Irán esté completamente libre de armas nucleares y sanciones, y mantendrá su capacidad de desarrollar energía nuclear pacífica».

Según Araghchi, la parte estadounidense sólo ha planteado la cuestión nuclear durante las conversaciones en Roma, a pesar de las expectativas de que Estados Unidos intentara abordar otros temas: «Hasta ahora, los estadounidenses no han planteado ninguna cuestión no relacionada con el tema nuclear», ha declarado Araghchi.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmail Baghaei, ha afirmado tras las negociaciones del sábado que Irán «continuará las conversaciones con seriedad» para lograr el levantamiento de las agobiantes sanciones económicas impuestas a su país.