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Las imágenes más sorprendentes que han dejado los cuatro años de Donald Trump como presidente

Los cuatro años en los que Donald Trump ha estado al frente de los Estados Unidos de América en la Casa Blanca han dado para un sinfin de imágenes curiosas y episodios desde cómicos hasta estrafalarios protagonizados por el magnate, algo que, por otra parte, era fácilmente de esperar. En esta serie recopilamos algunos de los momentos más icónicos que han deparado estos cuatro años, que llegan a su fila este jueves 20 de enero cuando su sucesor, Joe Biden, tome posesión del poder en la Casa Blanca.

Mirando al sol

Inolvidable es la estampa que dejó el presidente cuando, en el año 2017, recién aterrizado en la Casa Blanca, decidió mirar directamente ¡a un eclipse de sol!. Sin gafas, sin protección, el presidente Trump, porque así es él, decidió que las precauciones no iban con él y miró directamente al astro rey durante unos segundos.

McDonald’s en la Casa Blanca

Era enero del año 2019 y Trump debía recibir al equipo campeón de la Liga Universitaria de fútbol americano, los Tigres de Clemson, pero la crisis política derivada del cierre de la Administración Pública había dejado la Casa Blanca sin personal para preparar la comida. Solución: Trump se encargó de llenar el Despacho Oval de hamburguesas y patatas de McDonald’s para improvisar el ágape con los miembros del equipo al que recibía.

Lanzamiento de papel higiénico

En 2017, Trump visitaba Puerto Rico, que había quedado devastado por el paso del huracán María. Al presidente no se le ocurrió mejor idea que restar importancia al desastre porque «no es una catástrofe real si lo comparas con el Katrina», y no pudo evitar la tentación de dar un espectáculo lanzando paquetes de papel higiénico a los que habían ido a verle.

Publicidad en el Despacho Oval

También fue célebre el momento en el que Donald Trump se saltó la ley para promocionar los productos de la empresa alimenticia Goya, algunos de cuyos alimentos también se venden en España. Fue la respuesta de Trump después de que el presidente ejecutivo de Goya, Robert Unanue, hubiera provocado un boicot a su marca al salir en defensa del presidente: «Somos verdaderamente bendecidos al tener a un líder como el presidente Trump, que es un constructor».

Rotulador meteorológico

El huracán Dorian se acercaba a Estados Unidos y Trump tiró de Twitter para advertir de que sus efectos podrían llegar hasta Alabama. Ninguna predicción llegaba a ello, pero Trump, en lugar de desdecirse, apareció en público con un mapa de los servicios meteorológicos al que le había hecho un pequeño arreglo: ¡apareció una raya dibujada con rotulador que le daba la razón a su tuit!.

Mesa de motel

El Despacho Oval estaba en mantenimiento y Donald Trump tuvo que improvisar. Los operarios engancharon el sello de la Presidencia a lo que parece ser la primera mesa que encontraron, quedando para la historia esta peculiar imagen del presidente, firmando documentos en un pequeño escritorio más propio de un motel económico.

¡Santa Claus no existe!

En serio: Trump le dijo a un niño de siete años que Santa Claus no existe. El presidente participaba en 2018 en una ronda de llamadas navideñas junto a la primera dama, Melania, y no tuvo mejor ocurrencia que preguntarle a un chico si, a sus siete años, aún creía en Santa Claus.

No hay paraguas para ti

Ahí vemos a Donald Trump, subiendo al Air Force One, y negándose a compartir el paraguas ni siquiera con su hijo, Barron. Una peculiar escena, como peculiar fue lo que ocurrió a continuación.

El paraguas no cabía abierto por la puerta. Todo el mundo sabe que cerrar un paraguas es algo complicado, así que para qué molestarse: Trump lo dejó abandonado en las escaleras y libre para volar.

Autógrafos en Biblias

El presidente estará firmando Biblias a las… Ahí vemos a Trump, sin problema alguno para dejar su autógrafo sobre el libro sagrado para los cristianos.

Una caja entera de comida para peces

Sin ningún tipo de sutileza. En una visita a Japón, junto al primer ministro local Shinzo Abe, cumplía una tradición, alimentar a los peces. Con escasa sutileza: ahí vemos a Trump volcando directamente toda su caja de golpe sobre el lago.

Rabia al volante

Furia sobre ruedas. Donald Trump asegura espectáculo también subido a un autobús de su campaña pisando el acelerador.

Bronceado errático

Célebre fue también el día que salió al aire libre sin tomar medidas para contrarrestar el viento que amenazaba. En ese momento quedó expuesto el terrible y singular bronceado del presidente en la cara en contraste con el color que aparecía bajo el pelo.

La mascarilla es para los débiles

Su errática gestión de la crisis del coronavirus ha marcado el último año de Donald Trump en la Casa Blanca, hasta el punto de que probablemente haya sido el factor diferencial que le ha costado la reelección en favor de Joe Biden. Durante la campaña, el propio Trump enfermó de Covid-19 y ni así se convenció de la necesidad de predicar con el ejemplo de la mascarilla. En su primera aparición pública tras salir del hospital, aún visiblemente debilitado, volvió a hacer apología del no uso del protector higiénico.