Internacional

Herido el ministro del Interior de Lugansk impuesto por Putin en una explosión

El ministro del Interior de la República Popular de Lugansk, Igor Kornet, impuesto por Vladimir Putin, ha resultado herido este lunes a causa de la explosión de una bomba en una barbería en la ciudad ucraniana de Lugansk, controlada por Rusia, donde además se ha registrado al menos un muerto. Un total de siete personas, entre ellas tres guardaespaldas de Kornet, han resultado heridas en el ataque, sin que por ahora se haya reivindicado la autoría del ataque.

Kornet, de 50 años, es amigo de Yevgeny Prigozhin, líder del grupo mercenario Wagner. Por ello, entre las versiones del origen de este atentado, se baraja que se pudiese interpretar como una advertencia a Prigozhin, que en las últimas semanas se ha vuelto muy crítico con los responsables de defensa del Kremlin y ha tenido que desmentir que ofreciera información a Ucrania sobre la ubicación de los soldados rusos.

Andrei Marochko, teniente coronel retirado de las milicias prorrusas de Lugansk, ha indicado que Kornet se encuentra en situación estable tras el suceso, sin haber proporcionado más detalles acerca de las heridas que ha sufrido. Sin embargo, se ha informado de que Kornet ha sido conectado a un respirador artificial aquejado de lesiones cerebrales y torácicas, heridas por explosión, conmoción cerebral y laceraciones abiertas en las extremidades. Unas informaciones que no se han podido confirmar por fuentes independientes.

A la espera de la reivindicación de la autoría de este atentado, el atentado coincide con el ataque en la misma ciudad de Luhansk de este lunes por la mañana de Ucrania a las fuerzas rusas, dirigido a centros de mando y control rusos situados detrás de las líneas enemigas. Una acción con dos misiles de largo alcance Storm Shadow, proporcionados por Reino Unido, que se produce después de otro similar el sábado en Luhansk, que destruyó un edificio de varias plantas e hirió de levedad a un diputado ruso.

Luhansk, controlada por Rusia desde 2014, había sido relativamente pacífica desde la invasión a gran escala de Vladimir Putin. Sin embargo, el suministro de misiles Storm Shadow, que tienen un alcance superior a los 250 kilómetros, representa un cambio, haciéndola vulnerable, junto con las bases rusas y los depósitos de armas estacionados lejos de los combates.