Internacional

El Grupo Popular Europeo no quiere que el socialista Timmermans presida la Comisión

Los jefes de Estado y de Gobierno de la familia del Partido Popular Europeo (PPE) han expresado este domingo su rechazo al reparto de los altos cargos en la UE negociado por Francia, Alemania, España y Países Bajos en los márgenes del G20 en Osaka (Japón) que sitúa al socialista Frans Timmermans al frente de la Comisión Europea y al popular Manfred Weber como presidente de la Eurocámara.

«Merkel ha tenido hoy un enorme revés que no se esperaba. No ha habido ni uno que le haya apoyado», han explicado a Europa Press fuentes europeas al tanto de las discusiones que los líderes populares han tenido antes del arranque de la cumbre europea extraordinaria.

Los líderes de la familia del PPE han «reaccionado mal» al reparto negociado en las últimas horas por los jefes de Estado y de Gobierno de Francia, Alemania, España y Países Bajos en Japón «sin ser consultados» y han rechazado la idea de «ceder» la presidencia de la Comisión «ante un candidato que no representa una unidad de criterio», en alusión al socialista Timmermans, que habría tenido «muy difícil vender en el grupo popular» en la Eurocámara para votarle.

«Weber es el candidato del PPE. Ha sido elegido democráticamente» en un Congreso del partido europeo, han recordado fuentes europeas, que han dejado claro que el PPE también mantiene su rechazo a apoyar a la liberal danesa Margrethe Vestager para suceder al presidente de la Comisión Europea. El propio Weber estaba de acuerdo con todo con el reparto propuesto, según han confirmado varias fuentes europeas.

En la familia ‘popular’ no ha gustado la idea de quedarse solo con la presidencia del Parlamento Europeo cuando han sido el partido más votado en las elecciones europeas y el cargo de Alto Representante de Política Exterior y además han recordado que los socialistas han incumplido en el pasado pactados para repartirse el mandato de la institución.

Además, tampoco ha habido apoyo a la búlgara Mariya Gabriel para convertirse en jefa de la diplomacia europea, como contemplaba el reparto pactado en Osaka, tras estar apenas un año en la Comisión Europea.

«El acuerdo está muerto», han admitido otras fuentes parlamentarias a Europa Press, mientras que varias fuentes apuntan incluso a la posibilidad de dejar para septiembre el reparto de cargos en caso de que los lideres no lleguen a un acuerdo entre este domingo y el lunes. En este caso, la Eurocámara elegiría a su propio presidente en su sesión constitutiva, el único cargo que no necesita el visto bueno de los líderes.