Internacional

El terrorista huido pasó riendo por el lugar del atentado horas antes

Una cámara capta a Salah Abdeslam paseando por el lugar en el que horas después correrá la sangre. Con frialdad, el asesino sonríe. De 26 años y nacionalidad belga, es el único de los verdugos de los atentados de París que no se suicidó. El sábado por la mañana fue parado e identificado por agentes franceses cuando abandonaba el país, pero le dejaron marchar.

Su misión en la matanza, por la información de la que se dispone en este momento, fue la del alquiler del vehículo que trasladó al comando de Bataclan a la sala de espectáculos y la participación en los tiroteos en los distritos 10 y 11. Los ataques por el momento han dejado 129 fallecidos, con aún decenas de víctimas en estado crítico.

Hasta ahora sólo se conocía su rostro por una identificación ya en disposición de los servicios de seguridad e inteligencia de todos los países vecinos de Francia y de los medios de comunicación para su traslado a la ciudadanía. Con el vídeo conocido este martes, se sabe además que Salah Abdeslam fue a reconocer el escenario en el que más tarde sembraría el terror.

Fue exactamente a las 21.20 horas de aquella noche cuando, junto a otros dos compañeros, uno de ellos su hermano mayor, se bajaron de un Seat León negro y a cara descubierta comenzaron a disparar con armas automáticas contra los clientes de Le Carrillon y del restaurante Le Petit Cambodge. Después, continuaron hacia el Café Bonne Bière y La Belle Equipe.