Internacional

El cultivo de coca en Colombia sube a niveles históricos y la paz se convierte en turbio negocio

Colombia cree que se acerca la paz e imagina que con el fin de la narcoguerrilla de las FARC terminará la producción de cocaína, se ilusiona con que de este modo dejará de haber muertes, extorsiones, crímenes y ajustes de cuentas, corrupción, sobredosis y delincuencia organizada que capta a los jóvenes a cambio de dinero fácil. Eso cree Colombia. Pero no. Los cultivos de coca crecen a nivel exponencial según las cifras oficiales de la ONU y los informes de la Agencia de Drogas de Estados Unidos.

Y, es más, la paz se está convirtiendo en un negocio en Colombia. Un negocio turbio cruzado por acusaciones, contratos poco justificables, firmados para el beneficio de los mismos funcionarios o altos cargos que negocian o, como ya publicó OKDIARIO, a favor de empresas de los líderes de opinión del país.

En el momento en que todo el mensaje dominante es que se acaban las FARC y con ellas el conflicto de la narcoguerrilla en Colombia, en los meses en los que todos los días Juan Manuel Santos tuitea desde el Palacio de Nariño que cada vez queda menos para firmar con el terrorista Timochenko, cuando se cierra la semana en la que el comisionado para la paz Sergio Jaramillo ha visitado España para colocar los argumentos oficiales y todos entienden que eso significa el fin de Colombia como la mayor fábrica de cocaína del mundo, en ese momento, la Oficina de Control de Drogas de la Casa Blanca ha advertido de que este año serán 159.000 las hectáreas cultivadas en el país andino, la cifra más alta desde 2001, un año en que las narcoguerrillas acabaron con 376 personasen masacres y asesinatos selectivos.