Internacional

Detenidos seis ecologistas radicales por atacar la basílica de San Marcos en Venecia

Al menos seis ecologistas radicales han sido detenidos después de atacar la basílica de San Marcos en Venecia este jueves, arrojando chocolate contra la fachada de la construcción de estilo bizantino, símbolo de la próspera República de Venecia, en protesta por la detención de doce ecologistas radicales que cortaron hace días la autopista A12 a la altura de la entrada en Roma.

El grupo de ecologistas radicales de la organización Última Generación ha utilizado extintores para lanzar chocolate en polvo sobre la fachada sur y una columna de la basílica, situada en la céntrica plaza San Marcos, como se ha citado anteriormente, en un acto vandálico que se repite en diferentes partes de Europa por parte de diferentes grupos de ecologistas radicales contra edificios históricos emblemáticos y obras de arte.

A continuación, los ecologistas radicales detenidos en Venecia han desplegado una pancarta en la que se podía leer «Fondo de Reparación», campaña de la organización Última Generación, junto con las fotos de los doce ambientalistas radicales italianos, citados anteriormente, puestos en libertad este jueves tras haber estado tres días en prisión por cortar la autopista A12 a la altura de Fiumicino, en la entrada de la capital, el pasado 4 de diciembre.

El ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, ha condenado de forma contundente el ataque a la basílica en Venecia.  «Es un gesto vil e incalificable el que ha tenido lugar en Venecia. Una desfiguración de uno de los símbolos más ilustres del patrimonio cultural nacional que debe ser firmemente sancionada», ha criticado el ministro de Cultura tras el ataque al templo religioso más importante de Venecia, ubicado en la plaza San Marcos, junto al Palacio Ducal, centro de la vida pública y religiosa de la ciudad.

Los radicales pagarán los daños

Durante su condena, el ministro de Cultura italiana ha señalado que el Senado ha aprobado el proyecto de ley aprobado por el Gobierno que castiga a los ecologistas radicales que atacan edificios y obras de arte, que forman parte del Patrimonio cultural italiano, obligándoles a pagar de su bolsillo la restauración de las obras. «Estamos esperando la luz verde definitiva de la Cámara. Los que ataquen las obras de arte pagarán», ha destacado el ministro.

El gobernador de la región del Véneto, Luca Zaia, ha indicado que el ataque a la basílica es una «manifestación absolutamente condenable». «Respeto al máximo las protestas democráticas de todo el mundo, por supuesto, sobre todo si se refieren a cuestiones tan importantes como el cambio climático», ha destacado, y ha añadido: «Pero de aquí a desfigurar la basílica de San Marcos en lugar de otros edificios, yo diría que definitivamente no».

A juicio de Zaia, las protestas deben hacerse «de forma respetuosa no sólo con la propiedad ajena, sino especialmente con el clima. Si de verdad se quiere plantear la cuestión, evitemos manifestaciones como ésta, que son absolutamente condenables».