Internacional

El cuarto día de validación de firmas para el revocatorio contra Maduro se cierra con más de 326.000

La cuarta jornada de validación de firmas para iniciar el proceso de referéndum revocatorio contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha cerrado con la confirmación de más de 326.000 firmas, muy por encima de las necesarias para impulsar el procedimiento.

La dirigente del partido Un Tiempo Nuevo (UTN) Delsa Sólórzano ha confirmado que en total se han validado 326.381 firmas, tal y como recoge la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en un comunicado. La oposición ya anunció el miércoles haber superado el número de firmas validadas necesarias para arrancar el proceso, las 200.000.

Solórzano ha exigido, además, al Consejo Nacional Electoral (CNE) que provea de los mecanismos necesarios para validar las rúbricas «sin contratiempos» y garantizar que las 1,3 millones de personas que tienen derecho a participar en el proceso.

«¿Para qué nos ponen 300 máquinas si tienen 40.000 ahí?», ha preguntado. «¡Saquen las máquinas que tienen y actívenlas para que termine rápidamente el proceso de validación!», ha continuado.

Este lunes dio comienzo el proceso de validación de firmas en Venezuela, que tiene como objetivo convocar un referéndum sobre la revocación del mandato del actual presidente venezolano, impulsado por la oposición.

El proceso de validación de firmas, establecido por el CNE, supone un paso más en el largo camino que todavía le queda por recorrer a la oposición para que se celebre una consulta popular sobre el futuro de Maduro.

La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, informó de que de las casi dos millones de firmas que recogieron los opositores de Maduro para convocar el referéndum revocatorio, unas 605.000 fueron invalidadas. Estas declaraciones provocaron el rechazo de los principales líderes de la oposición, entre ellos Henrique Capriles, cuya firma fue excluida.

El CNE, como respuesta, ha establecido un proceso de validación de firmas del casi millón y medio de firmantes iniciales restantes que no han sido invalidados, a partir de un sistema de verificación de huellas dactilares en numerosos puntos del país. El proceso, que ha comenzado este lunes a las 8 de la mañana, hora venezolana, finalizará el viernes.

Capriles y el resto de la oposición han mostrado su entusiasmo ante la gran afluencia de personas que han acudido a los puntos establecidos para verificar su firma, pero ha denunciado que el CNE está poniendo trabas para que se ratifiquen todas las firmas.

Maduro dice que el revocatorio no se celebrará este año

Según la oposición, el CNE está tratando de retrasar el referéndum todo lo posible, ya que de acuerdo con la Constitución venezolana, si Maduro es revocado a partir de 2017, será su vicepresidente quien acceda al poder y no serán necesarias nuevas elecciones. Maduro, por su parte, ha declarado en numerosas ocasiones que el revocatorio no se celebrará este año.

En el caso de que la validación de firmas siga adelante y se logre alcanzar las 200.000 firmas válidas, los opositores de Maduro deberán reunir las del 20 por ciento de los votantes del país, casi cuatro millones de personas, a favor de la celebración del revocatorio, en un plazo de tan solo tres días.

Si consiguen las casi cuatro millones de firmas necesarias, el CNE dispondrá de un plazo de 15 días para revisarlas, período en el que podrá rechazarlas y exigir nuevas firmas. Eso fue lo que ocurrió en 2004, cuando la oposición intentó revocar al fallecido Hugo Chávez.

En el supuesto caso de que el CNE considere que se han alcanzado el número de requerido firmas validadas, debe convocar el referéndum dentro de los siguientes 90 días. Para que Maduro sea revocado, la oposición tiene que conseguir que voten a favor de su salida en la consulta popular el mismo número de personas que votaron por él en las elecciones de 2013, unos siete millones y medio de personas.

La oposición culpa al líder ‘chavista’ de ser el principal responsable de la mala situación económica por la que está pasando el país, que cuenta con la inflación más alta del mundo. Maduro, por su parte, denuncia que está siendo víctima de una «guerra económica» de sus enemigos.