Las ‘camaradas’ Olga y Vilma: dos comunistas piden auxilio a Putin y Xi Jinping para derrocar a Dina Boluarte

Las protestas que sacuden Perú desde el pasado diciembre y que han desencadenado una ola de violencia inusitada en el país, con la muerte de medio centenar de personas, están siendo inducidas por los cabecillas de la extrema izquierda que llaman a acabar con el Gobierno a través de las armas. Y todo eso se produce tanto desde dentro como desde fuera del país.

A finales de la semana pasada aparecieron dos destacadas líderes del Militarizado Partido Comunista del Perú, la camarada Olga (Tarcela Loya Vílchez) y la camarada Vilma (Florabel Vargas Figueroa) para dirigirse a los «proletarios de todas las naciones oprimidas del mundo» e invocar la caída del «Gobierno fascista militar del Perú». Obviaron que la presidenta actual, Dina Boluarte, pertenece a un partido político, Perú Libre, de origen socialista marxista y al que ya pertenecía su predecesor, Pedro Castillo, hasta su intentona golpista del pasado 7 de diciembre.

El Militarizado Partido Comunista del Perú es una escisión de la organización terrorista Sendero Luminoso, principal perpetrador de la mayor cantidad de crímenes y masacres terroristas en el Perú. Está localizado en el VRAEM (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantarovalle),  que comprende varios ríos con alta desnutrición infantil y pobreza, que lo aprovechan los terroristas de extrema izquierda y los narcotraficantes como escenario de su batalla contra el Gobierno.

Títere de los militares

Para las dos dirigentes comunistas mencionadas, la camarada Olga y su compañera, la camarada Vilma, el propio Pedro Castillo ya era un títere de los militares, especialmente del general, Manuel Gómez de la Torre, jefe de las Fuerzas Armadas peruanas. «Pedro Castillo Terrones es un traidor, no cumplió con su promesa electoral (…) Este gobierno es fascista», asegura irritada la camarada Olga ante las operaciones antidrogas que el gobierno peruano llevó a cabo en la región del VRAEM, valle donde se concentra la producción de plantaciones de coca y donde Sendero Luminoso y el Militarizado Partido Comunista del Perú tienen su principal feudo.

La camarada Olga, en una alocución de cinco minutos, llama a la revolución peruana mientras insulta a la Justicia peruana, a las fuerzas del orden y arenga a las masas a seguir presionando para derribar al actual Gobierno.

«Abajo el gobierno militar, acaudillado por el genocida de masas desarmadas, el cachaco (agente de policía) Manuel Gómez de la Torre. Abajo el nuevo gobernante de turno, la fascista y arribista, el títere de los cachacos y polizontes (agentes de policía), Dina Boluarte Segarra. Dina Boluarte arribista, ramplona, tránsfuga, títere y gobernante del fujimonticinismo y de la extrema derecha. Rechazar el estado de emergencia y el toque de queda porque es para asesinar al pueblo y dejar impunes a los asesinos de los hijos del pueblo peruano», vocifera la camarada Olga.

Termina su soflama reivindicando la figura de China y su actual presidente, Xi Jinping: «Abajo la criminalización de las justas protestas populares, abajo la criminalización y la imputación de terroristas y narcotraficantes a las masas. Honor y gloria al siempre vivo y presente camarada Raúl. Viva el marxismo, leninismo, maoísmo, xiísmo principalmente el xiísmo. Poner al xiísmo como mando hoy en día de la revolución proletaria socialista mundial».

Piden auxilio a Putin

Hasta en los actos de violencia callejera se ha visto a grupos de manifestantes portando pancartas dirigidas al presidente ruso, Vladimir Putin, con el mensaje «Putin, auxilio nos están matando por defender nuestra patria». Paradójico llamamiento a quienes olvidan que en Ucrania miles de personas son víctimas precisamente de la invasión de Putin por tratar de defender la patria ucraniana.

Pero no sólo desde dentro de Perú se están produciendo movimientos subversivos para acabar con el gobierno actual. Los Gobiernos de México, Bolivia, Argentina y Colombia, en manos de la izquierda, no reconocen a Boluarte como presidenta del Perú. Cuba, por su parte, es acusada de agitar a las masas desde dentro de Perú tras el envío hace un año de Carlos Rafael Zamora, un oficial de la inteligencia cubana que habría estado colaborando en el reclutamiento de agentes para desestabilizar la democracia. Hay quienes ven un intento de la izquierda populista latinoamericana de situar a Perú en la órbita de los regímenes socialistas autoritarios como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

Acusación a Evo Morales

Es en este último país, Bolivia, donde los enfrentamientos entre el presidente, Luis Arce, y su predecesor, Evo Morales, habrían encontrado un punto de encuentro. El actual gobierno peruano sospecha que el expresidente de Bolivia, Evo Morales, es responsable del envío de armas y provocadores desde Bolivia a Perú y de impulsar los nuevos movimientos independentistas en la región fronteriza entre ambos países. De hecho, es en la ciudad de Puno donde han producido numerosos incidentes que han terminado con decenas de policías heridos o fallecidos, como un agente de 29 años que fue disparado por una turba de 80 manifestantes y quemado vivo el pasado 9 de enero.

De acuerdo con la Constitución peruana, la presidenta Boluarte debería acabar la legislatura de Castillo, es decir, en 2026. Inicialmente, ella prometió adelantar las elecciones a 2024, pero la extrema izquierda no se siente satisfecha. Quiere que dimita, de forma inmediata, cerrar el congreso y celebrar elecciones para una asamblea constituyente que prepare una nueva constitución.

Mientras tanto, persisten los bloqueos de carreteras, asaltos a instituciones, la destrucción de infraestructuras, así como ataques a comisarías de la policía y multitud de intentos de tomar por la fuerza aeropuertos y paralizar las comunicaciones terrestres. La inestabilidad y caos generalizado en el país lo están aprovechando las fuerzas más radicales de la izquierda para destruir la democracia peruana y tratar de reemplazarla por un régimen socialista autoritario.