¿Cómo se hace?
Belleza

Cómo usar una esponja exfoliante

Las esponjas exfoliantes ayudan a cuidar nuestra piel, pero debemos saber cómo usarlas correctamente

La esponja exfoliante, del mismo modo que un guante exfoliante, es realmente útil para poder tratar en profundidad la piel mientras nos duchamos, además de servir también para lograr que progresivamente se vuelva más tersa pero para ello, es importante saber cómo se usa. Veamos ahora, paso a paso, y de manera fácil, cómo usar una esponja exfoliante.

Ya casi todos tenemos el hábito de darnos una ducha rápidamente sin siquiera utilizar bien la esponja común que usamos para limpiar el cuerpo, lo que no siempre es un buen hábito. Está bien lavarse rápidamente en el gimnasio, pero en casa deberíamos pasar más tiempo usando una esponja exfoliante y aprender a usarla correctamente. Este tipo de esponjas suelen estar elaboradas de fibras naturales en las calabazas de la planta de Luffa cylindrica, y pueden ser bastante rígidas y abrasivas cuando son nuevos. Si planeas exfoliar tu cara y cuerpo, puedes usar más de una esponja. Elige así una esponja lisa suave (una con fibras más finas) para cara y cuello, y una que sea lisa para su cuerpo y pies. Remoja las nuevas esponjas en agua caliente antes de usarlas para suavizar las fibras.

Pasos para usar una esponja exfoliante

  1. Si deseas saber cómo usar una esponja exfoliante, lo primero que debes saber es que este tipo de esponjas nunca deben utilizarse en seco. El efecto exfoliante debe ser tan agradable como un masaje, por lo que se realizará en la ducha ( o fuera de ella si es para la cara) con productos y lociones especiales que se asociarán con este tipo de esponjas, para que puedan deslizarse suavemente sobre la piel, además de mojarla primero como dijimos anteriormente.
  2. Usar esponjas exfoliantes es muy simple ya que lo único tienes que hacer es aplicar el productor para masajear (que puede ser un gel de ducha específico o uno corriente, o también una crema de ducha) sobre la esponja y masajear sobre el cuerpo sin demasiada energía, haciendo movimientos circulares que también nos ayudan a estimular la microcirculación.
  3. Después de la exfoliación corporal, recuerda aplicar una loción humectante sobre la piel.

Con estas indicaciones, podrás utilizar correctamente y de forma fácil tu esponja exfoliante, y verás resultados de manera increíble en pocos días ya que utilizar este tipo de esponja mejora la microcirculación sanguínea, lo que hace que la piel esté más tersa y suave. Las zonas que mejor se tratan con la esponja exfoliante, serán el vientre, los muslos, las nalgas y brazos.

Además, cuando decidas que ya es momento de cambiar tu esponja exfoliante y comprar una nueva, no tires la que haya quedado vieja. Puede que no te sirva para la piel, pero una vez desgastadas, este tipo de esponjas se pueden usar para lavar platos especialmente sucios, ya que todavía conservará su poder abrasivo.