¿Cómo se hace?
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Cómo hacer aceite de avellanas casero

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El aceite de avellana es muy caro, pero por suerte se puede hacer fácilmente en casa. Su sabor es muy particular, y tiene además un alto contenido en vitamina E que lo hace perfecto para el cuidado de la piel. ¿Quieres saber cómo hacer aceite de avellana casero? Sigue leyendo y toma nota de los pasos para hacerlo correctamente.

Este aceite se puede consumir crudo o bien añadirlo a la comida, por ejemplo para condimentar una ensalada. También puedes aplicarlo en la piel ya que es una excelente hidratante debido a sus propiedades humectantes.

Vas a necesitar…

Pasos para hacer aceite de avellanas casero

  1. Lo primero que tienes que hacer es frotar la piel de las avellanas con tus dedos.
  2. Pesa las avellanas y anota el peso. Después, extiéndelas en la bandeja de horno y pon a calentar a 150ºC durante una hora.
  3. Pasado ese tiempo, sácalas del horno y deja que se enfríen. Cuando se hayan enfriado, vuelve a pesarlas y anota el peso. Resta el peso de ahora al original y obtendrás el peso perdido, cifra que debes dividir por el peso original. La cifra resultante la debes multiplicar por 100 y te dará el porcentaje de humedad que tienen las avellanas.
  4. Vuelve a hornear las avellanas en intervalos de una hora hasta que consigas una humedad en torno al 10%.
  5. Una vez que consigues esa humedad, como las habrás dejado a enfriar, caliéntalas a entre 40-70ºC en el horno.
  6. Cuando estén calientes, añade las avellanas al depósito de la prensa, en la parte superior, y coloca un frasco de vidrio debajo del goteo para recoger todo el aceite que suelte.
  7. Empieza a girar la manivela para exprimir todo el aceite de las avellanas.

  8. Cuando ya tengas todo el aceite, cierra bien el frasco y guárdalo en la nevera hasta que lo vayas a utilizar.

Características del aceite de avellanas