El juicio de Adolf Eichmann por crímenes de guerra

• Francisco María
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• • 30/08/2024 11:30
  • Actualizado: 30/08/2024 11:30

Adolf Eichmann, uno de los artífices de la «solución final», huyó de Austria hacia la Argentina al terminar la Segunda Guerra Mundial. Allí permaneció oculto durante varios años bajo el nombre de Ricardo Klement hasta que fue secuestrado en mayo de 1960 por agentes del servicio de seguridad de Israel. Tras ser capturado, Eichmann fue llevado a Jerusalén, donde fue enjuiciado en una corte israelí.

¿Quién era Adolf Eichmann?

Adolf Eichmann fue un teniente coronel de las SS, cuyo cargo lo llevó a ser “el arquitecto del Holocausto” y de una “Solución Final” que exterminó cerca de 6 millones de judíos.

Pese a haber nacido en Alemania, Adolf se mudó a Austria con su padre, tras la muerte de su madre cuando era niño. En su juventud trabajó en la fábrica Elektrobau Gesellschaft y se casó con Veronika Leibl, con quien tuvo cuatro hijos. Eichmann se afilió al NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) el 1 de abril de 1932 después de conocer al abogado y dirigente nazi, Ernst Kaltenbrunner.

Tras hacerse miembro de las SS, Eichmann realizó su adiestramiento en el campo de cadetes de Lechfeld, en la Legión Austríaca. En 1935 fue trasladado al Servicio de Policía Interior de las SS y, al poco tiempo, fue ascendido a teniente coronel de la rama política de las SS, la Allgemeine-SS.

Durante el Holocausto, Eichmann se encargó de las deportaciones por ferrocarril de los judíos europeos hacia los campos de exterminio. Fue el responsable directo de la muerte de 400.000 personas junto con la milicia Cruz Flechada Húngara en 1944 y gestionó la evacuación de 60.000 personas más durante las llamadas “marchas de la muerte”. Se estima que bajo su supervisión, más de 6 millones de judíos fueron asesinados en el Holocausto.

La captura en Argentina

Una vez que terminó la guerra, Eichmann huyó con un pasaporte falso a Argentina en 1948. Después de pasar 15 años oculto con una identidad falsa, el exdirigente nazi cometió varios errores que acabaron delatando su paradero. El fiscal de la República Federal Alemana, Fritz Bauer, alertó a las autoridades israelíes de que Eichmann vivía en Argentina. Fue entonces cuando el Mossad (el servicio de inteligencia israelí) organizó un secuestro en 1960.

La llamada “Operación Garibaldi” tuvo lugar el 11 de mayo de 1960 y fue llevada a cabo por un grupo llamado nokmin (vengadores, en hebreo). Ricardo Klement fue secuestrado cerca de su domicilio en la calle Garibaldi, en un suburbio de Buenos Aires, cuando bajaba de un autobús. Tras ser capturado, fue trasladado en secreto a Israel (vulnerándose las normas internacionales) para ser procesado.

Juicio y ejecución de Adolf Eichmann

El juicio de Jerusalén a Adolf Eichmann comenzó el 11 de abril de 1961 y se prolongó hasta el 15 de diciembre. En las 114 sesiones que se llevaron a cabo, Eichmann fue juzgado por su responsabilidad personal como oficial nazi, pero también por el Holocausto mismo (la Shoá, en hebreo). Su abogado defensor fue Robert Servatius (el mismo que defendió a otros líderes nazis)

Para la sorpresa de los asistentes, Eichmann declaró en yiddish, desde una cabina de cristal a prueba de balas, y reconoció todos los actos de crímenes contra la humanidad por los que fue acusado. El 11 de diciembre de 1961 fue hallado culpable por 15 cargos, incluyendo crímenes de guerra, crímenes contra la gente judía y crímenes contra la humanidad.

El 31 de mayo de 1962 fue sacado desnudo de su celda en la prisión de Ramla, en Tel Aviv, y ahorcado. La misma ha sido la única ejecución civil en la historia de Israel. El cuerpo de Eichmann fue incinerado y sus cenizas fueron esparcidas al mar desde una nave de la Fuerza Naval israelí para impedir que su tumba se convirtiera en un lugar de peregrinación.

La captura de Eichmann y su traslado a Israel conmocionó toda la sociedad israelí y tuvo una repercusión enorme en Israel y en el mundo. Por primera vez en mucho tiempo, decenas de supervivientes se animaron a pasar por el estrado para testimoniar sus terribles sufrimientos y hacer pública la historia del Holocausto.

Un debate a nivel mundial

La ejecución de Eichmann en 1962 marcó un hito en la lucha por la justicia y la memoria histórica del Holocausto. Su caso también generó debates sobre la responsabilidad individual en la comisión de crímenes de lesa humanidad, y la importancia de perseguir a los responsables de dichos crímenes, sin importar cuánto tiempo haya pasado desde su comisión.

En la actualidad, la figura de Adolf Eichmann sigue siendo objeto de estudio y debate en la comunidad académica y en la sociedad en general, como un recordatorio de los horrores del Holocausto y la necesidad de recordar y condenar los crímenes del pasado para evitar que se repitan en el futuro.

Adolf Eichmann y las SS son recordados como símbolos de la brutalidad y la crueldad del régimen nazi, y su legado sigue siendo una advertencia de los peligros del odio, la intolerancia y la persecución. Nunca debemos olvidar las lecciones de la historia para garantizar que nunca más se repitan los horrores del Holocausto.

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